Dice el informe, en esta segunda entrega, que China, donde se vendieron casi tres millones de vehículos eléctricos (VE) en 2021, sigue siendo el mayor mercado de vehículos de emisiones cero. Pero el porcentaje de vehículos eléctricos en las ventas es mayor en Europa, con algo más del 17%.
Aunque aumentar la venta de VE es importante, el objetivo final es sustituir los vehículos con motor de combustión interna por otros de cero emisiones y garantizar que todas las ventas de coches nuevos sean sin emisiones. Las ventas de vehículos con motor de combustión interna alcanzaron su punto máximo en 2017 y se están reduciendo mientras crecen las ventas de VE.
Después de los automóviles privados, los camiones y autobuses constituyen la siguiente fuente más importante de emisiones de CO2 del Sector del transporte (2,2 GtCO2 en 2020), más que la aviación y el transporte marítimo juntos (1,9 GtCO2 en 2019, el último año completo no afectado por la pandemia). Más de la mitad de estas emisiones de 2,2 GtCO2 proceden de los camiones pesados, mientras que los autobuses representan algo menos de una quinta parte.
Los avances en la descarbonización de estos medios de transporte han sido desiguales en la última década. Debido a que los vehículos como los camiones medianos y pesados se gestionan normalmente en flotas en lugar de vehículos como los camiones medianos y pesados y los autobuses, es posible que este segmento avance más rápidamente que el de los coches porque hay menos personas que toman decisiones sobre más vehículos.
China y sus buses eléctricos
China ha hecho grandes progresos en la adopción de autobuses eléctricos, elevando casi en solitario las ventas mundiales de autobuses del 2% en 2013 al 44% una década más tarde. En 2020, China representará el 94% de las ventas totales de autobuses eléctricos, y Europa es el siguiente mayor contribuyente, con un 3%.
Mientras tanto, los vehículos comerciales medianos y pesados de cero emisiones de carbono representaron sólo el 0,2% de las ventas mundiales en 2021, un dato importante que demuestra los decepcionantes progresos realizados en la descarbonización de este modo de transporte. Análisis recientes sobre el coste total de propiedad de los vehículos eléctricos con batería muestran que algunos modelos BEV ya son menos costosos de poseer y operar que sus equivalentes diésel en determinados países, cuando se tienen en cuenta las políticas adoptadas a nivel local, incluyendo los incentivos a la compra, la tarificación del carbono para el transporte y ajustes en los peajes de las carreteras.
Esto implica que la demanda probablemente comenzará a aumentar si tales políticas se mantienen o se refuerzan. En particular, la investigación ha demostrado que la fluctuación de los precios de los combustibles fósiles y los precios de la electricidad pueden afectar al coste total de propiedad y, por tanto, el momento en que los VE alcancen la paridad.
