El evento supuso un verdadero hito para la marca, como mencionaron sus responsables, puesto que se trata del primer modelo de Fiat que se produce en España, concretamente en la fábrica del grupo Stellantis en Vigo, que albergó la rueda de prensa.
Previamente, tuvimos la oportunidad de realizar un recorrido de más de 70 km entre el aeropuerto, Baiona y algunas localidades cercanas, en el que quedó de manifiesto (aunque la climatología no acompañó demasiado) la amplitud interior de los vehículos y su facilidad de manejo. Además, los datos de consumo (que contrastaremos en nuestra prueba particular) siguen la línea de lo declarado por la marca. Fiat dispuso para la prueba dos versiones furgón y cinco de pasajeros.
El producto
Alejandro Noriega, director de la marca Fiat para España y Portugal, tomó la palabra para recalcar la importancia que tiene para nosotros el proceso de electrificación, dando paso al director de la planta de Vigo, Ignacio Bueno. En su intervención, repasó que allí se fabrican productos de cinco marcas, un total de 16 modelos, de los que 12 cuentan con versión electrificada.
Haciendo un poco de memoria, apuntó que la instalación comenzó a operar en 1958, que fabricó en 2021 un total de 493.000 unidades (a razón de 2.300 diarias) gracias a 6.400 personas y 125 proveedores, lo que la convierte en la planta número 1 en volumen del grupo y número 1 entre las plantas españolas de cualquier marca. Como dato interesante, afirmó que en 1995 hicimos el primer comercial eléctrico, y desde entonces hemos puesto en la calle más de 20.000.
La primera Doblò eléctrica (ahora también se produce la térmica) se fabricó en Vigo en enero de 2022
Bueno también confirmó que las cifras de 2022 no alcanzarán este volumen de producción debido a los parones provocados por la falta de componentes, algo que es probable que no se soluciones durante 2023, pero sí en 2024, puesto que el grupo está trabajando en encontrar las alternativas necesarias.
Objetivos ambientales
Bueno también tuvo un momento para redundar en el plan Dare Forward 2030, la estrategia que llevará a Stellantis a ser neutra en CO2 para el año 2038, aunque antes reducirá su huella de carbono en un 50% en 2030, con el compromiso de que todas las ventas en 2030 sea eléctricas en la UE, y el 50% en Estados Unidos. A esto se sumará que seremos nº1 en cuanto a experiencia del cliente, en todos los aspectos, multiplicaremos por dos los ingresos y los márgenes de beneficio superarán el 10%.
En cuanto a la Doblò, el director de Vigo afirmó que el 20% de los vehículos que salen de nuestras líneas ya son eléctricos, puso en valor el taller de baterías con que cuenta la planta desde 2019 tras una inversión de 10 millones de euros y que la plataforma EMP2 es específica para comerciales ligeros eléctricos, dejando como reflexión que para una fábrica, producir vehículos eléctricos supone más carga de trabajo, porque llevan otro sistema de refrigeración.
Previsiones optimistas
Para finalizar, Alberto de Aza, director de la Línea de Negocio LCV de Stellantis en la Península, confirmó que la planta es el mejor escenario para el lanzamiento de Doblò, que se beneficia de todas las sinergias del modelo K9, y que viene a completar la renovación que hemos llevado a cabo en Fiat Professional en apenas año y medio.
Reiteró que el éxito no lo marca el volumen, sino la excelencia, que es lo que perseguimos, con el foco puesto en una satisfacción del cliente por encima del 95% (que ya rozamos tras haber subido 10 puntos en año y medio).
Doblò, en su quinta generación desde que nació en el año 2000, compite en el segmento C, el de más volumen y con mayor competencia, pero en el que nuestro K9 es referencia, dominando tanto España como Europa, con cuotas de mercado que rondan el 40% en nuestro país (como grupo) y del 92% en las versiones electrificadas.
En cualquier caso, sus previsiones para 2023 apuntan a que creceremos un 52% en cuota de mercado total, un 217% en comerciales eléctricos y un 600% en la gama e-Doblò, según De Aza.
