ANFAC alerta: la tecnología está lista, pero sin regulación, la autonomía plena no llegará a nuestras carreteras
El desarrollo del vehículo autónomo en España avanza con paso firme… aunque limitado por la ausencia de un marco legal claro. Así lo refleja la cuarta edición del Barómetro sobre Vehículo Autónomo y Conectado, presentado hoy por ANFAC, donde se destaca que el 82% de los turismos y el 63% de los vehículos comerciales ligeros vendidos este año ya integran tecnología de conducción automatizada SAE 2, el máximo permitido actualmente por la normativa española.
Desde julio de este año, España cuenta con un programa marco para pruebas piloto en carretera abierta, lo que ha permitido la realización de 10 proyectos de ensayo, 9 de ellos con vehículos de nivel SAE 4, capaces de operar prácticamente sin intervención humana. Sin embargo, la falta de una legislación específica impide que esta tecnología se implemente de forma generalizada en el mercado.
La autonomía avanza, pero el marco legal no acompaña
“La tecnología ya está aquí. Los fabricantes están preparados para ofrecer vehículos SAE 4 o incluso SAE 5, pero sin una legislación clara, es imposible ponerlos en circulación”, ha advertido José López-Tafall, director general de ANFAC. Durante la presentación, López-Tafall insistió en que “la movilidad del futuro no depende solo de reducir emisiones, sino también de integrar tecnología que mejore la seguridad, el confort y la eficiencia”.
El informe también señala que los autobuses y vehículos pesados muestran un importante potencial, con puntuaciones medias de nivel de autonomía de 3 sobre 5, y que el 70% de los autobuses analizados ya están en SAE 1, con algunos modelos que podrían alcanzar SAE 4 si la regulación lo permitiese. No obstante, estos avances siguen siendo, por ahora, una promesa contenida por la falta de habilitación legal.
El coche conectado, una realidad consolidada
En paralelo al avance de la automatización, el vehículo conectado sigue ganando terreno. Prácticamente todos los turismos y comerciales ligeros ya integran Android Auto, Apple CarPlay, asistentes por voz, sistemas de mantenimiento predictivo y notificaciones en tiempo real sobre el estado del vehículo. En el caso de los vehículos pesados y autobuses, la conectividad se enfoca en la seguridad, mantenimiento, diagnóstico de fallos e inteligencia artificial para detectar incidencias.
La geolocalización remota, por ejemplo, está disponible en más del 90% de los industriales y el 96% de los autobuses, consolidándose como herramienta esencial para optimizar rutas y logística.
Conclusión: sin normativa, no hay autonomía real
Desde ANFAC hacen un llamamiento al Gobierno para que acelere la aprobación de una normativa que permita circular legalmente con vehículos autónomos de niveles SAE 3 y 4. España se encuentra en un momento decisivo, donde o se aprovecha el impulso tecnológico ya disponible o se corre el riesgo de perder competitividad frente a otros países europeos.
“El valor del coche del futuro estará en el software y en los datos, no en el motor ni en la carrocería”, concluye López-Tafall. Y si España no adapta su legislación, la oportunidad del vehículo autónomo podría quedar atascada en el arcén.





