La cConfederación ya se ha puesto en contacto con el Ministerio de Transportes, así como con los grupos parlamentarios, los representantes de los trabajadores y los responsables de las autonomías más afectadas por la medida, para trasladarles la preocupación del sector ante este anuncio y sus graves consecuencias
Si esta medida llega a ponerse en marcha tendría unas consecuencias nefastas para las empresas de transporte de viajeros por carretera, ya que se desplazará la demanda en todos los corredores coincidentes con el ferrocarril, demanda que será difícil de recuperar una vez se haya eliminado la medida. Con esta decisión, de no ampliarse a todo el sistema de transporte público, se dañaría más aún a un sector que ya se encuentra en una situación muy complicada tras el impacto que supusieron las medidas de restricción de la movilidad provocadas por la pandemia del Covid, y que aún no ha recuperado los niveles de demanda pre-pandemia. Desde 2020, han desaparecido más de 280 empresas y las que sobreviven, menos de 3.000 (2.857), acumulan una gran cantidad de deuda.
A todo esto, hay que sumar las consecuencias del extraordinario incremento del precio de los combustibles, que está teniendo un enorme impacto en las cuentas de resultados de las empresas del sector. Rafael Barbadillo, presidente de Confebus afirma que este anuncio es un palo en la rueda de un sector estratégico y que garantiza en muchos territorios, especialmente de la España rural y más despoblada, el derecho fundamental a la movilidad y el acceso a servicios básicos del Estado del Bienestar, como son la educación, la sanidad y el trabajo.
Confebus ya se ha puesto en contacto con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, así como con los grupos parlamentarios, los representantes de los trabajadores y los responsables de las autonomías más afectadas por la medida, para trasladarles la preocupación del sector ante este anuncio y sus graves consecuencias.





