Los productores que utilizan electricidad renovable ya tienen una huella de carbono significativamente menor en su producción de baterías que los que utilizan combustibles fósiles.
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En cuanto al lugar de fabricación de las baterías, hasta el momento la mayoría proceden de Asia: China domina el mercado con una cuota superior al 70% y tiene los procesos de producción más intensivos en emisiones. En cambio, Suecia ha mantenido un nivel relativamente bajo de emisiones en la producción de baterías, con una media inferior a la mitad de la de China.
En Europa se han instalado más fabricantes de baterías, lo que ha contribuido a reducir la media mundial de emisiones por kWh, ya que la electricidad tiene una intensidad de carbono menor en Europa que en la mayoría de los países asiáticos, debido a una mayor proporción de fuentes de energía renovables. Suponiendo que continúe el impulso mundial hacia la descarbonización de las redes eléctricas, también en China, nuestro modelo sugiere que la media mundial de GEI procedentes de la producción de baterías podría descender a 85 kg CO2e/kWh en 2025. Esta reducción se produciría en gran medida como resultado de una generación eléctrica menos intensiva en emisiones en las redes de los países productores de baterías, indica el trabajo.
Reducciones ambiciosas
Un número creciente de fabricantes de equipos originales espera que la producción de baterías con bajas emisiones de carbono se convierta en una ventaja competitiva. Algunos de los principales fabricantes ya aspiran a reducir las emisiones por debajo de los 20 kg CO2e/kWh, es decir, hasta casi 10 veces menos que los fabricantes más intensivos en emisiones de la actualidad. Si se mantiene la diferencia entre los mejores y los peores de su clase, los líderes tendrán la oportunidad de diferenciar sus ofertas.
Para ponerse a la cabeza de los productos con bajas emisiones de carbono, los fabricantes de celdas de baterías y materiales activos tendrán que considerar no sólo la descarbonización de sus propias operaciones, sino también abordar las emisiones de los materiales y componentes que compran a sus proveedores.
