«Es increíble que, por un imperativo legal antisocial y contrario a cualquier criterio de sostenibilidad, hoy en España circulen miles de autobuses que tiene prohibida la venta de las plazas sobrantes» afirmó Alfonso Taborda, presidente de la organización. «Cuando la opinión pública tome consciencia de esta situación, va a pedir responsabilidades a los políticos en el Gobierno y en el Parlamento. En la época de unas decididas y fuertes políticas de reducción de la huella de carbono y de fomento del transporte público, no se aguanta por ninguna parte la prohibición de venta de las plazas sobrantes de los autobuses».
Una prohibición ‘anacrónica’
Desde Direbús consideran anacrónico que estas prácticas estén prohibidas debido a una ley de 1987 mientras que se impulsan otras medidas similares para otro tipo de transportes. Además, recuerdan que desde 2009 la directiva comunitaria europea obliga por norma general a los Estados a permitir paradas intermedias en las líneas internacionales, así como a poner en el mercado las plazas libres de los autobuses.
Creen que no tiene sentido negar el autobús compartido mientras se incentiva compartir coche
«Los políticos se llenan la boca con la idea del coche compartido, pero mantienen la prohibición del autobús compartido» prosiguió Taborda. «Hacemos un serio llamamiento a los grupos parlamentarios para que presenten enmiendas para mejorar la Ley de Movilidad Sostenible, en este punto que se está convirtiendo en piedra de toque de la mejora de la ley. El plazo de presentación de enmiendas entra en su recta final y vamos a mirar con gran atención qué grupos parlamentarios apoyan el autobús compartido».
En esta línea, representantes de Direbús mantuvieron contacto con diversos grupos parlamentarios para trasladarles sus peticiones antes de la finalización del plazo de enmiendas, que tuvo lugar el pasado 29 de marzo.
