La asociación critica la forma en que se plantean los coeficientes reductores para la jubilación anticipada
Uno de los asuntos que más inquieta a la patronal es la aplicación de los coeficientes reductores para la jubilación anticipada de los conductores. Astic no se opone al concepto en sí, pero sí a cómo se está planteando: «No podemos apoyar un documento que llega a última hora y que contiene afirmaciones dilapidadoras. No vamos a afirmar que nuestro sector es penoso y peligroso cuando no lo es», ha asegurado Basante. La preocupación, explica, es que las empresas terminen asumiendo un sobrecoste en cotizaciones del 10% o 12% sin que eso se traduzca en una jubilación anticipada real y viable.
En paralelo, el presidente de Astic advierte de que la reducción de la jornada laboral, tal y como se está planteando, supondría «una hecatombe». El recorte implicaría una pérdida de hasta 9.000 kilómetros anuales por vehículo y afectaría gravemente a la organización de los relevos de conductores. «Hay rutas perfectamente calculadas con los tiempos actuales. Cambiar esa norma implica, por ejemplo, tener que añadir un segundo conductor para hacer la última media hora de trayecto. ¿Y cuánto cuesta eso?», se ha preguntado retóricamente.
La falta de profesionales se agrava en este contexto. Astic reclama al Gobierno la agilización de los procesos de incorporación de conductores de terceros países y la creación de una unidad de mercado para facilitar su homologación y contratación. A esto se suma la necesidad urgente de un estudio riguroso sobre el perfil socioeconómico del sector y las implicaciones reales de medidas como los coeficientes reductores.
En cuanto al incremento de los costes, Basante ha enumerado partidas que se han disparado en los últimos meses, como los peajes en Europa, los neumáticos o los seguros. A esta presión financiera se le suma la «incertidumbre total» que, según sus palabras, rodea a la transición energética. Aunque Astic celebra que desde Europa «parece que se están replanteando algunas cosa», la falta de claridad está generando inquietud entre las empresas.
Sobre este último punto, el vicepresidente de mercancías de Astic, Juan Jesús Sánchez, ha añadido que el camión eléctrico aún está lejos de ser una solución viable para el transporte internacional. Aunque ya se prueban en rutas cortas y medias, la autonomía sigue siendo insuficiente y los tiempos de recarga poco operativos: «Hay fabricantes, especialmente en China, que van a traer avances importantes. Pero para hablar de 700 km de autonomía y cargadores realmente eficaces aún queda tiempo«. No obstante, ha asegurado que los clientes que ya han optado por electrificar ciertas rutas están «encantados».
Cambios en el Ministerio
Una de las novedades positivas que la asociación celebra es el cambio reciente en el Ministerio de Transportes. «Las anteriores responsables políticas no nos estaban ayudando, y creemos que las nuevas figuras están más preparadas», ha afirmado Basante. Entre las prioridades con el nuevo equipo ministerial figura la flexibilización de la normativa para facilitar la incorporación de conductores extranjeros y una mayor coherencia en la planificación de infraestructuras.
En ese sentido, Astic ha criticado la excesiva inversión en el ferrocarril en detrimento de la carretera, a menudo olvidada: «El ferrocarril debe ser un aliado, pero las inversiones deben hacerse con criterio. Se están creando puertos secos y nudos intermodales donde no toca, mientras la carretera está en mal estado».
En general, Basante ha lamentado que «pasen los años y los problemas sigan siendo los mismos» y ha hecho un llamamiento a considerar al transporte por carretera como parte de la solución: «Contaminamos, sí, y generamos atascos. Pero no somos los únicos responsables. Con estas políticas nos estamos pegando tiros en el pie».
Pese a todo, Sánchez han cerrado con una nota de optimismo: «Somos un sector que está y estará. Pero si no se corrigen estos errores, todos estos costes van a repercutir al final en el consumidor»,
