La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) ha encendido las alarmas tras detectar un preocupante incremento de prácticas fraudulentas en el sector. Según ha comunicado la organización, a través de su asociación provincial Asetra Segovia, se están produciendo suplantaciones de identidad de empresas intermediarias de transporte con el objetivo de desviar cargas de alto valor económico.
El modus operandi de los estafadores es meticuloso y engañoso: replican logotipos, nombres comerciales y direcciones de compañías reales, alterando apenas correos electrónicos o números de contacto, lo suficiente como para pasar inadvertidos. Con esta fachada, contactan con los cargadores a través de plataformas digitales del sector y formalizan contratos de transporte bajo una identidad falsa.
Una vez ganada la confianza del cargador, los estafadores subcontratan el porte a un transportista efectivo que, ajeno al fraude, recoge la mercancía con documentación aparentemente válida. Sin embargo, después de la carga, los delincuentes modifican el punto de entrega, redirigiendo el envío a una ubicación donde esta desaparece sin dejar rastro.
El transportista, víctima y responsable
Uno de los aspectos más graves es que, pese a haber sido también engañado, el transportista puede ser considerado responsable del valor total de la mercancía desaparecida. Por ello, desde la CETM se insiste en la necesidad de extremar las precauciones. Recomiendan revisar minuciosamente todos los datos de contacto de los intermediarios, incluso si el resto de la documentación parece fiable, y verificar siempre por canales independientes la identidad de los interlocutores.
Asimismo, se aconseja evitar contrataciones exclusivamente digitales que no hayan sido previamente validadas y, ante cualquier sospecha, contactar de inmediato con las autoridades y con la asociación territorial correspondiente.
Un compromiso firme contra el fraude
Desde la CETM se reitera el compromiso con la protección de las empresas y autónomos del transporte. El comunicado concluye con una llamada a la colaboración del sector para frenar esta práctica delictiva que, además de dañar económicamente, deteriora la confianza en la cadena de suministro.
En un momento en el que el transporte de mercancías es más esencial que nunca, la prevención y la cooperación se convierten en las herramientas más efectivas frente a quienes tratan de aprovecharse del sistema.
