Uno se pregunta en qué momento la situación dentro del Sector se degradó hasta tal punto de que algo que no se hacía de ninguna manera o se hacía por cortesía, pasó a institucionalizarse e interiorizarse como la cosa más normal del mundo. Yo, que peino ya canas en el Sector, puedo dar buena fe de ello. En algún momento las collas desparecieron, y la empuñadura del transpalé por parte de los conductores pasó a formar parte de la normalidad del paisaje de los muelles de carga, cuando en realidad era algo completamente anormal que debía de haberse corregido hace mucho tiempo.
¿Está todo hecho?
¿Quiere esto decir que ya está todo hecho? Sinceramente, lo dudo mucho, conociendo el percal. El hecho de que la Ley del Contrato de Transportes permita, con algunas condiciones no menores, eso sí, como que el pacto ha de ser por escrito y que la tarea deba de ser valorada de manera diferenciada, que la empresa transportista pueda asumir esas tareas, va a permitir que se pretenda confundir qué significa ser empresario y qué conductor, sobre todo en el caso de los autónomos. También, estoy seguro, saldrán interpretaciones interesadas que pretendan, cuando no es posible hacerlo en la práctica, diferenciar la estiba de la carga y viceversa. Contra todo esto habrá que luchar.
Solicitamos de los cargadores sensatez y que faciliten el cumplimiento de la prohibición, no sea que, a fuerza de darle vueltas a las cosas, no solamente su personal cargue los vehículos, sino que acaben también trincando la mercancía, cuestión esta que, cogidas las normas al pie de la letra, no está tan claro que deba de hacerla el conductor. Por no hablar de los pequeños envíos o de la carga fraccionada.
Una actitud trilera por la otra parte, que pretenda abusar de la buena fe de los representantes del Sector, sin duda provocará una reacción muy airada por parte de los transportistas y sus conductores. No creo que sea bueno estirar tanto la goma en los tiempos que corren.
De la Administración esperamos que no permita que se vulnere la letra y el espíritu de la norma: ¡¡no pueden existir equidistancias en esta cuestión!!

