El último que hemos conocido procede del Foro de Movilidad de Alphabet, compañía de gestión de flotas y movilidad corporativa perteneciente al Grupo BMW, que refleja que un 37% de los españoles ha dejado o dejará de acudir a comercios, restaurantes y centros de ocio de las principales ciudades debido a las restricciones de circulación que estas zonas implican.
Si nos fijamos en ciudades concretas, en Madrid casi la mitad de los ciudadanos (49%) asegura que dejará de ir a los centros de ocio por este motivo, mientras que otros porcentajes también llaman la atención: Baleares (60%), Asturias y País Vasco (ambos con un 48%).
Por añadir un dato más, el informe de Alphabet refleja que las personas con edades comprendidas entre los 31 y los 60 años son los más a favor de dejar de ir a los comercios del centro de su ciudad, con un 40%.
El mejor escenario posible
Este escenario es el más propicio para el transporte público. Tiene ante sí la posibilidad, incluso la obligación, de convencer a tan elevado porcentaje de la población de que no tiene que renunciar a su acceso al centro de las ciudades, sino que tiene que aprovechar las alternativas que se le ofrecen. Y el autobús está en lo más alto de la tabla.
Es ahora, o nunca. Es posible que no volvamos a ver un cúmulo de circunstancias tan favorable para los intereses del transporte público. Dejarlas pasar sería imperdonable.

