Ken Lyon, miembro del Consejo Asesor de Ti, firma un artículo en el que diserta al respecto, concluyendo que a medida que las cadenas de suministro evolucionan y se hacen más ágiles y adaptables, las soluciones tecnológicas que les permiten operar deben reflejar esta evolución.
Las cadenas de suministro son redes y comunidades, y la visibilidad necesaria debe proceder de plataformas diseñadas para apoyar a esas comunidades. Esto va más allá del modelo habitual de integración entre las distintas bases de datos de los participantes, que luego se alimentan de un lugar común que presenta los resultados y los análisis.
La aplicación de mecanismos de confianza Web3 debería contribuir a reducir los costes operativos y evitar duplicaciones y transferencias de datos innecesarias. También debería mejorar la eficiencia operativa. Si es así, ¿por qué no?
¿Por qué no?
Ya ha habido intentos de hacerlo, y otros están en marcha o en desarrollo. Esperemos que los que tengan éxito generen más innovación y que los proyectos que fracasen sirvan de base para otros con éxito en el futuro.
Aunque las tecnologías Web3 se consideran el próximo Internet, puede que gran parte de esta promesa no se materialice o se vea superada por un modelo alternativo desconocido. Pero, a diferencia de algunos de los fracasos de empresas tecnológicas del pasado, que a menudo se debieron a una mala gestión o a una mala interpretación del mercado, Web3 se trata de una capa de tecnología más que de una única empresa.
Por ello, el hecho de que varias empresas la utilicen actualmente para hacer frente a los retos existentes es una señal esperanzadora. Como alguien dijo una vez… el futuro ya está aquí, sólo que no está distribuido uniformemente.

