Son múltiples las soluciones planteadas por el mercado, pero casi a diario aparecen alternativas que, quién sabe, podrían ser la gran solución.
Es el caso del combustible sintético en el que están trabajando ExxonMobil y Toyota. El fabricante japonés ha apostado por las pilas de combustible de hidrógeno a gran escala, comercializando ya incluso turismos (además de camiones y autobuses).
Pero nunca está de más explorar otras opciones. Estas mezclas podrían llegar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte por carretera hasta un 75% en comparación con los combustibles convencionales disponibles en la actualidad, según se afirma desde ambas entidades. Una cifra nada despreciable y que merece atención.
Y es compatible
Además, Toyota ya ha afirmado que esta solución es compatible con los vehículos más antiguos, pero también con su actual gama de modelos y, lo que casi es más importante, con la infraestructura de repostaje existente en la actualidad.
Dónde terminará esta vía es difícil de predecir, pero al menos, denota una preocupación por el medio ambiente y por tratar de encontrar otras soluciones que faciliten la descarbonización del transporte, en su conjunto.
