Según los datos de Tráfico, en el año 2021 se contabilizaron 324 accidentes con víctimas en condiciones de niebla, en los que hubo que lamentar 501 víctimas y 13 fallecidos. Algo a lo que, sin duda, se debe poner remedio. Así, se ha ideado un sistema de balizas inteligentes de climatología adversa, que viene a completar el desvío automatizado que se instaló en 2016 y que permite a los responsables de la gestión del tráfico derivar la circulación de vehículos de la A-8 a la N-634 cuando la niebla provoque que la circulación sea muy complicada y comprometa la seguridad vial.
El sistema se compone de balizas más potentes, con mayor luminosidad y con la posibilidad de señalizar o avisar al conductor de si circula por delante de él otro vehículo, permitiendo seguir el desplazamiento del mismo. Para ello, según explica la DGT, se ha cantonalizado la totalidad del tramo conflictivo en ambos sentidos y en secciones de 50 metros, colocando balizas detectoras en ambos márgenes de cada sección.
¿Cómo funciona?
Las balizas detectoras consisten en un cuerpo físico con dos ventanas, la de la parte inferior con leds ámbar y la superior con leds rojo, sobre un poste de 1,50 metros sobre la calzada, de modo que ante situaciones de una niebla determinada se encenderán las ventanas inferiores de color ámbar que balizarán el tramo conflictivo, indicando al conductor la traza de la autovía en condiciones de seguridad. La ventana de color rojo se encenderá cuando las balizas, a través de diferentes tecnologías, detecten el tránsito de otro vehículo. Una vez detectado el coche, se enciende la parte superior de las balizas de color rojo de modo que a medida que se desplace el primer vehículo, quedarán encendidas las balizas a su paso y permitirán al vehículo que le preceda ver a una distancia aproximada de 100 metros y poder circular con seguridad.
Cuando la distancia de visibilidad por niebla es inferior a 40 metros y no se puede circular en condiciones seguras, los responsables de la gestión del tráfico establecen el nivel Negro y se procede a cortar la A-8 al tráfico, desviando el mismo a la N-634, alternativa a la Autovía entre los puntos kilométrico 536 y 552 en ambos sentidos.
Una solución pionera y que resultará de extrema utilidad para quienes transiten, de momento, por este tramo de la A-8, aunque la lógica indica que también se irán instalando en otras vías que sufran de constantes episodios de niebla.

