Las ciudades y la sociedad civil le dicen a la Comisión Europea que «sin una acción a nivel de la UE, la demanda de autobuses urbanos de cero emisiones no irá acompañada de la oferta. Esto pondría en peligro los compromisos de las principales ciudades y expondría a los ciudadanos de la UE a la contaminación atmosférica durante más tiempo. Limitadas por la falta de disponibilidad o los precios demasiado altos debido a la insuficiente oferta de autobuses de cero emisiones, las ciudades se verán obligadas a seguir comprando autobuses con motor de combustión».
Los vehículos de cero emisiones representaron el 23 % de los nuevos autobuses urbanos matriculados en la UE en 2021, frente al 16 % en 2020. Pero los fabricantes no están satisfaciendo la alta demanda de autobuses eléctricos y de hidrógeno de batería con la escala de suministro que se necesita. Las ciudades dicen que la fuerte tasa de crecimiento muestra que es posible una rápida transición a cero emisiones, si los vehículos están disponibles.
Para 2025, más de 40 grandes ciudades europeas solo comprarán autobuses de cero emisiones, y el número aumentará a medida que más autoridades locales busquen abandonar los combustibles fósiles. Algunos fabricantes de autobuses tradicionales también están intensificando, con Daimler y MAN, por ejemplo, prometiendo que todos sus nuevos autobuses urbanos serán de cero emisiones para 2030. James Nix, gerente de carga de Transport & Environment, que también firmó la carta, dijo: «Las ciudades quieren autobuses eléctricos para proteger la salud de sus ciudadanos. Pero a menudo simplemente no están disponibles a la escala necesaria o a precios asequibles.
La UE necesita urgentemente intervenir y establecer un objetivo claro para cuando todos los nuevos autobuses urbanos deben ser de cero emisiones. Eso ayudará a los fabricantes a invertir con confianza en la producción, haciendo así que los autobuses limpios estén ampliamente disponibles y sean más baratos». Los autobuses urbanos en Europa son responsables de alrededor de 15 millones de toneladas de dióxido de carbono al año y también contaminan el aire de la ciudad. La Comisión de la UE establecerá por primera vez objetivos de CO2 para los fabricantes de autobuses cuando revise los estándares climáticos para vehículos pesados en los próximos meses.
