Después de un intenso análisis de los retos/oportunidades para los diferentes grupos de usuarios y en diferentes Estados miembros, y el análisis del nivel de preparación de las diferentes partes interesadas para adaptarse al cambio, se aportan recomendaciones y el nivel al que van dirigidas.
Retos y lagunas
Las recomendaciones se refieren a la forma de abordar los retos estructurales y las lagunas políticas identificadas para garantizar que el sistema de transporte en evolución sea inclusivo y fomente la conectividad y el acceso al transporte para todos.
Se agrupan en cuatro temas:
- 1. Mejorar la coordinación;
- 2. Crear conocimientos y pruebas;
- 3. Integrar la dimensión social en la revisión de las prácticas existentes.
- Proporcionar recursos.
Las recomendaciones a nivel de la UE que incluyen la participación de la Comisión Europea se han priorizado en función de su valor añadido y de sus costes y beneficios.
– Las recomendaciones 2, 6, 8, 9 y 10 ocupan el primer lugar en términos de prioridad. Se considera que la aplicación de estas recomendaciones es donde se crea valor y se espera que los beneficios superen a los costes. La relación coste-beneficio positiva se basa en que la Comisión puede aprovechar las iniciativas existentes.
– Las recomendaciones 1, 4, 5 y 7 ocupan el segundo lugar en términos de prioridad. Aunque se considera que los costes de aplicación de estas recomendaciones en su totalidad son elevados debido a la complejidad de los procesos o al tiempo que requieren, se identifican pasos intermedios (como la coordinación centrada en cuestiones clave y la provisión de orientaciones) que contribuirían a obtener mejores resultados sin incurrir en mayores costes.
– La recomendación 3 ocupa el tercer lugar en términos de prioridad. El desarrollo de una metodología preferida para incorporar las consideraciones de inclusión y equidad en la evaluación del transporte, así como la especificación de los indicadores pertinentes, podría ser un proceso largo y prolongado. La aplicación de dicha metodología también dependería de la recopilación de datos pertinentes, para lo cual habría que desarrollar la capacidad a nivel local.
El grado de reconocimiento de los diferentes grupos de usuarios y de consideración de sus necesidades en el transporte varía. A modo de ejemplo, basándonos en el análisis de las deficiencias de la participación de las partes interesadas en este estudio y en el inventario de pruebas recogidas, las consideraciones de inclusión en el transporte están relativamente más avanzadas para las PMR, las mujeres y las personas que viven en zonas remotas que para los ciudadanos con escasos conocimientos de informática o acceso limitado a Internet, los jóvenes y los niños, y las personas con bajos ingresos. Sin embargo, esto también variará entre los distintos niveles y lugares.
Punto de partida
El alcance y la urgencia con la que se podrían emprender las acciones recomendadas dependerán de la «posición de partida» relativa de los grupos de usuarios considerados en cada caso y del nivel de ambición de las distintas partes interesadas (en particular, las autoridades y los operadores). En general, a pesar de que se reconoce cada vez más que la equidad y la inclusión son importantes en el contexto del transporte, hay que tomar medidas para garantizar que la dimensión social del transporte desde la perspectiva de los usuarios constituya una dimensión integral del diseño, la aplicación, el seguimiento y la evaluación de las políticas y los programas en todas las esferas políticas, económicas y sociales, de modo que los diferentes grupos de usuarios se beneficien por igual y no se perpetúe la desigualdad.

