Es el caso de la compañía Silence, que desde su sede en Barcelona lleva nueve años en el negocio de la fabricación de motos eléctricas para el mercado europeo. Su nueva propuesta se basa en algo pionero y novedoso: un método de pago por uso de la batería mediante suscripción.
De este modo, se reduce el precio de adquisición del vehículo, porque lo que se adquiere es eso mismo, el vehículo, pero sin la batería, que con esta fórmula, sigue siendo propiedad del fabricante. En la oferta de Silence, se incluye una cuota mensual de 15 euros que da derecho a dos ciclos de carga completos al mes (lo que permite recorrer unos 200 kilómetros), mientras que cada ciclo de carga adicional tendrá un coste de cinco euros, apuntan desde la compañía.
Una siempre disponible
Carlos Ferreras, director comercial de Silence, añade que, además de la reducción de precio, el usuario puede despreocuparse de la obsolescencia de la batería, porque siempre tendrá una en perfecto funcionamiento.
A esto se añade el Battery Station, programa mediante el que los clientes que opten por el sistema de compra de la moto con la batería por suscripción podrán cambiarla cuando lo necesiten (generalmente cuando hayan consumido parte de la autonomía que proporciona un clico de carga), apenas acudiendo a los puntos de intercambio que la compañía está creando en España.
En resumen, un intercambio de la batería cuando es necesario y un alquiler o pago por uso que incluye dos recargas al mes. ¿Será una solución para el transporte de mercancías?

