¿Por qué un paro? ¿Y por qué ahora? Ambas cuestiones tienen dispares respuestas. Comenzando por la segunda, todo parece indicar que, ante la negativa del resto del Sector, ya prevista por los convocantes, se ha querido aprovechar la movilización agrícola para que la repercusión sea mayor. Veremos si se consigue.
A la primera de las preguntas es más complicado responder. Se alega desde Plataforma que el Gobierno no ha dado una respuesta satisfactoria a sus peticiones, las cuales publicábamos hace casi tres semanas.
Muchas de las reivindicaciones que se reclaman no dependen del Gobierno nacional
Por resumir brevemente, se pide la jubilación a los 60 años para los conductores de mercancías y pasajeros, el reconocimiento del total de las enfermedades derivadas de la profesión, o la creación de un convenio estatal para los conductores con régimen sancionador para los incumplimientos.
Una reforma del Comité Nacional y una modificación del Real Decreto-Ley 14/2022 para garantizar un precio justo y suficiente a los transportistas efectivos, sean cuales sean sus costes, también figuran entre las reivindicaciones de Plataforma, además de la revisión de las políticas de emisiones, la eliminación del pago por uso de carreteras y el aumento de pesos y dimensiones, que se persiga el cabotaje y la competencia desleal de empresas extranjeras, que se limiten tanto la subcontratación de los servicios de transporte como la presencia de unidades megacamión y duotráilers en las carreteras. Incluso pretenden reducir las medidas que facilitan la contratación de conductores extranjeros, argumentando que se pactan unas condiciones en origen que no se respetan en destino.
En dirección opuesta
¿Cómo es posible convocar un paro para tumbar medidas que acaban de ser implantadas? Porque muchas de ellas no tienen vuelta atrás, y no dependen de las autoridades españolas.
Plataforma reclamas unas condiciones dignas para trabajar, pero la realidad es que la negociación por la vía oficial va en esa dirección, como demuestran todas las mejoras sociales que ha recibido el Sector durante los dos últimos años.
En definitiva, como plantean el resto de Organizaciones, no parece que sea el momento ni que existan los condicionantes mínimos que justifiquen un paro nacional. Pero está claro que todo el mundo tiene derecho a manifestarse. Seguiremos el devenir de los acontecimientos durante estos días.

