Aunque el evento estaba relacionado con el segmento de viajeros, el director aludió en varias ocasiones a las mercancías, demostrando que esa movilidad urbana sostenible tiene que tener en cuenta a la distribución de última milla.
Mencionó Navarro que Barcelona es un referente en movilidad, recordando que fue pionera en implantar los 30 para carga y descarga o el carril multiuso, entre otras muchas iniciativas. También hizo referencia a la escasez de conductores profesionales, para lo que junto con Inmigración y Seguridad Social, se ha articulado un sistema que hace posible importar a conductores de Latinoamérica, matricularles en el CAP (ya que con la matrícula reciben el visado de trabajo) y que luego puedan canjear el permiso de su país, de inmediato si hay convenio o, si no, tras cumplir seis meses trabajando.
Asuntos pendientes
Entre las asignaturas pendientes, el director puso el acento en la aprobación de la Ley de Movilidad, el trasvase de mercancías la ferrocarril (aunque no debe ser fácil, porque llevamos 30 años así) y la distribución urbana de mercancías, una actividad económica que genera empleo, así que hay que cuidarla. Se crearán hubs nocturnos y se repartirá con vehículos eco, dando respuesta a un incremento del comercio electrónico que requiere soluciones. Como dato, aportó que se efectuaron 50 millones de entregas de paquetes en el último Black Friday.
Reflexiones todas ellas interesantes, a las que habría que acotar: si el trasvase al ferrocarril no se consigue, a pesar de los esfuerzos que se le dedican, ¿por qué no rendirse y plantear otro tipo de acciones?

