Una jornada organizada por AOP, Astic, CETM y Confebus, es decir, las principales organizaciones de transportistas de mercancías y viajeros, además de los comercializadores de productos petrolíferos, en la que la disyuntiva se centró en si la descarbonización del transporte pesado es un reto o una oportunidad para el Sector pesado.
Pero quizá, a tenor de las conclusiones que pudimos extraer durante la mañana, la duda no es tal. Aunque no será fácil, debe ser una oportunidad, a nivel país (por nuestras enormes capacidades como productor de energías renovables) y desde la perspectiva del transporte, porque no queda otra.
Sin embargo, la paradoja no procedía de esta pregunta, sino del cómo se alcanzará esa descarbonización. A juicio de todos los implicados, especialmente de aquellos operadores que ya están trabajando con ellos (Sesé, Ontime y Alsa, presentes en el evento), los distintos tipos de combustibles renovables y neutros en carbono son una necesidad, y la única vía posible para alcanzar los objetivos fijados por Europa.
Entonces, ¿qué otros intereses existen para que no se incluyan en las normativas de emisiones? Lo único que hemos conocido es que se deja la puerta abierta a dicha inclusión, pero por el momento, no se contemplan como alternativa.
La paradoja
Y he aquí lo incomprensible. Se quiere alcanzar un ambicioso objetivo, pero no se ponen todos los medios disponibles para ello.
Más aún, el ministro de Transportes promete diálogo constante y sincero con el Sector, y reconoce que nadie podrá asesorarme mejor que los profesionales. Entonces, ¿por qué no escucha? El Sector ha sido muy claro en este sentido: necesita que se consideren los combustibles renovables y neutros en carbono, esa neutralidad tecnológica, para poder descarbonizarse a la velocidad que se le exige. Y además, estas soluciones serían de aplicación inmediata y no representarían un gran desembolso para los transportistas, puesto que son compatibles con la mayor parte de la flota actual.
Con todo esto sobre la mesa, alcanzar un acuerdo no debería ser demasiado complicado. Por tanto, hágase. Sin duda, supondría un beneficio para todos.
