“Tras tantas idas y venidas de la normativa, apoyamos esta solución. Algunos aspectos gustarán a unos más que a otros, pero desde ahora las empresas tomarán sus decisiones con la certidumbre de la seguridad jurídica que esta aprobación aporta”, afirma Ramón Valdivia, director general de Astic.
Valdivia: 'Las empresas tomarán sus decisiones con la certidumbre de la seguridad jurídica que esta aprobación aporta'
El texto aprobado definitivamente está en sintonía con la línea argumental que Astic ha venido defendiendo en Bruselas en líneas generales. La aprobación de estas medidas constituirá, a juicio de la Organización, un nuevo marco para la realización de un transporte internacional en Europa “más equilibrado y menos perjudicial para los operadores españoles”, eliminando la proliferación de normas nacionales distintas y cargadas de burocracia que estaban poniendo trabas al desarrollo del transporte internacional. Con este nuevo marco, entre otras muchas cosas, se va a favorecer que el tamaño de los parques rodantes de vehículos de mercancías de cada país miembro tenga proporción directa con la capacidad exportadora del mismo, como sucede en España.
Buena noticia
Astic considera que es una “buena noticia” en cuanto al desplazamiento de los trabajadores y al transporte bilateral, pues el Mobility Package favorece que las flotas rodantes de transporte internacional por carretera sean proporcionales a la capacidad exportadora/importadora de cada uno de los países miembro en el que están matriculadas. Valdivia asegura que “España ya está perfectamente ajustada a este nuevo modelo”.
La patronal del transporte internacional por carretera en España califica la solución alcanzada en Bruselas de “equilibrada y razonable” y encaja en los aspectos más importantes que ha venido defendiendo: es compatible con el mantenimiento del transporte internacional, pero pone trabas a la realización de deslocalizaciones fraudulentas y a lo que se ha venido a llamar ‘dumping social’.
Astic concluye que “esta decisión garantiza un marco europeo ‘armonizado’ que ponga fin al caos de un mercado europeo donde cada Estado aportaba un enfoque normativo diferente. Ahora, esta normativa fomenta una competencia más justa entre las empresas de transporte por carretera”.