FlixBus tiene un total de 300 socios, siendo cuatro en España: IberoCoach, Autocares Casals, CarTour y Grand Class
FlixBus, que nació en 2013 en Alemania, tiene un modelo de negocio en el que se asocia con operadores de autobuses, de forma que ellos ponen los vehículos y los conductores y FlixBus se encarga de todo el resto de la operativa. Tiene un total de 300 socios, siendo cuatro en España: IberoCoach, Autocares Casals, CarTour y Grand Class. 35 líneas internacionales conectan España con Portugal, Francia, Italia, Bélgica, Alemania, Rumania, etc…, un número que planean ampliar a lo largo de 2019. FlixBus exige a sus asociados unos mínimos de calidad, con autocares con menos de tres años de antigüedad, que posean requisitos como WiFi gratis a bordo o mayor espacio para las piernas. Aunque no es exactamente igual, podría llegar a compararse con el modelo de las franquicias. Tras los gastos en peajes y similares, el remanente de los ingresos se reparte en una proporción del 70% para el operador y el 30% para FlixBus. Además, FlixBus no le exige exclusividad al operador, que puede seguir con otras líneas por su cuenta.
Debido a la actual legislación española, con el sistema concesional vigente, en nuestro país, FlixBus solo puede participar en líneas internacionales. La liberalización del mercado en otras naciones hace que no sea así, y cerca del 40% de las líneas unen ciudades de menos de 20.000 habitantes. En España tiene mucho tráfico de extranjeros y esencialmente público joven, atraído por campañas de marketing como los 5.000 billetes a un euro que lanzó desde Andalucía y Valencia a Portugal. ‘’En nuestro país el mercado del viaje en autocar es muy maduro y hay que darse a conocer’’, afirma Elena Compte, Directora de Comunicación de FlixBus.
Liberalización
En el debate sobre el sistema concesional español, FlixBus se posiciona claramente a favor de una liberalización, pero no a cualquier precio. ‘’
Pedimos un sistema liberalizado, pero regularizado, no que se imponga la ley de la jungla. Nosotros nos sentimos cómodos en libre competencia y pudiendo ofrecer precios dinámicos en los billetes, como ya hacen las compañías aéreas y ferroviarias, pero que es algo que el actual sistema español impide para los autocares’’, asegura Pastega.