Con la vista puesta en este futuro, el vicepresidente recalcó que las fábricas españolas de vehículos recibirán, en los próximos 18 meses, 15 nuevas adjudicaciones de modelos. De estos, la mitad llevan aparejadas versiones alternativas que se producirán a la vez en las plantas españolas. A estas adjudicaciones hay que sumar otras seis versiones electrificadas que se han adjudicado ya o están valorándose para modelos que ya están en fabricación en las líneas actualmente. De este modo, serían 13 las versiones alternativas que estarían en producción en España a partir de 2020.
Armero: “España tendrá 13 modelos alternativos en producción a partir de 2020”
Este incremento de la producción de modelos con tecnologías alternativas es “la senda que las fábricas españolas han de seguir para no perder su peso como productor líder de vehículos en Europa y en el mundo”, señaló el vicepresidente de Anfac. En un entorno de fuerte competencia mundial, donde las medidas proteccionistas se multiplican, la industria española “ha de mantener su posición estratégica, convirtiéndose en un polo de atracción para la producción de los modelos eficientes y de bajas emisiones que marcarán la automoción del futuro”, señaló.
En esta línea, el vicepresidente repasó el compromiso de los fabricantes de la automoción por la movilidad cero y bajas emisiones, con el foco del principio de neutralidad tecnológica como vía indispensable para conseguir esta descarbonización progresiva. “Las previsiones de ventas de vehículo eléctrico en el mundo, en los casos más optimistas, apuntan a un 25% en 2023 y un 50% en 2040. Será necesario apoyarse durante años en tecnologías bajas en emisiones”, explicó.
Para mantener la competitividad de las fábricas en este entorno cambiante, las claves serían, tal y como explicó el vicepresidente, la flexibilidad laboral y la formación, una logística más eficiente, reducción de costes energéticos y apoyo a las inversiones productivas que permitieran atraer más modelos eficientes. “Pero sin olvidar la necesidad de trabajar en la uniformidad de las políticas de movilidad que se están desarrollando en los diferentes Ayuntamientos de España, de cara a dar seguridad y confianza a los usuarios y a los mercados. De este modo, con ambos elementos, la demanda de vehículos cero y bajas emisiones crecerá de manera mucho más acusada”.
Sin embargo, el envejecimiento cada vez mayor del parque automovilístico español bloquea que las nuevas tecnologías, más eficientes y más sostenibles medioambientalmente, lleguen a las carreteras españolas, un problema que Armero también quiso trasladar a los senadores en su exposición.