Las obras del intercambiador, que cuentan con una inversión de 235.950 euros y que tienen un plazo de ejecución de cinco meses, se iniciaron el pasado mes de julio
Gran parte de los trabajos de la estructura metálica se han desarrollado en las instalaciones de una empresa especializada de Chiclana, de tal forma que en las próximas semanas se prevé el transporte y colocación de las diferentes partes en la zona de obras, que actualmente presenta un nivel de ejecución del 35%. Por otro lado, continúan las tareas en la playa de dársenas, donde se han empezado a cajear los andenes en forma de dientes de sierra, mientras se avanza en la construcción de los accesos a la futura estación de autobuses.
Las obras del intercambiador, que supondrá una inversión de 235.950 euros y que cuenta con un plazo para la ejecución de las obras de cinco meses, se iniciaron el pasado mes de julio, coincidiendo en las primeras semanas de agosto con labores complementarias que no afectaban al tráfico ni a los usuarios del entorno al objeto de respetar la temporada estival con alto nivel de ocupación de visitantes en el municipio.
Desde el mes de septiembre se habilitaron las dársenas provisionales de autobuses y se comenzó a operar desde la zona próxima al campo de fútbol, frente a la ubicación actual. Estas actuaciones responden al calendario de obras establecido entre la Consejería de Fomento y Vivienda y el Ayuntamiento de Chiclana, que prevé también una estrecha coordinación con el Consorcio de Transportes de la Bahía de Cádiz con el fin de minimizar el impacto de las obras en la vida cotidiana de la ciudadanía y en las rutas que operan en este municipio.
Estación multimodal
La nueva infraestructura se ubica en la calle Paciano del Barco, frente al campo de fútbol y en la margen derecha del río Iro.
Este emplazamiento permite además el transbordo entre diferentes medios de transportes, especialmente del autobús al tranvía de la Bahía, que recorre el municipio de Chiclana y se extiende hacia San Fernando y Cádiz capital. La construcción del apeadero mejorará considerablemente el servicio a los pasajeros de los autobuses interurbanos, con un edificio particularmente funcional, sencillo y de escaso impacto en su entorno. Además, se distribuirán seis dársenas, en forma de dientes de sierra, para facilitar la parada de los autocares de forma cómoda y segura.