Frente a esta situación, Fenadismer puso en marcha un servicio de asistencia jurídica para atender todas las reclamaciones que fueran recibiendo los transportistas españoles y proceder así a la paralización del expediente de reclamación de los peajes impagados e impedir la posible inmovilización de los vehículos al circular por las carreteras portuguesas.
Según las comprobaciones realizadas en su día por Fenadismer, las reclamaciones adolecen de importantes defectos y errores, por lo que se aconseja no abonar la reclamación exigida sino recurrirla administrativamente ante las autoridades portuguesas.
De hecho, las primeras resoluciones obtenidas por Fenadismer a los recursos planteados han reducido sensiblemente las cuantías inicialmente reclamadas, al reconocer la existencia de importantes deficiencias respecto a la comprobación de la titularidad del vehículo en el momento del presunto impago del peaje o a la no posibilidad de exigencia del peaje por corresponder a años ya prescritos. A través de su servicio de asistencia jurídica, la federación ha logrado que frente a una reclamación inicial a un transportista por importe de 10.373 euros, se haya rebajado a una reclamación final de 39,41 euros.