La adquisición de este vehículo, fabricado por Iveco en la planta de Madrid, forma parte de la política de responsabilidad social de la empresa, asociándose a otras iniciativas como el Programa Eco-driving.
Entre las ventajas de uso del nuevo vehículo propulsado por GNL está la reducción de un 20% las emisiones de CO2, así como la disminución de hasta un 70% de ruido, en comparación con vehículos que usan combustibles convencionales (para el oído humano representa cuatro veces menos ruido).
Todas estas características hacen que estos camiones sean especialmente apropiados para el transporte de mercancías en centros urbanos. Su eficiencia fue reconocida el pasado año por la Asociación Alemana de la Industria del Automóvil (VDA) con el Premio Europeo a la Sostenibilidad en el Transporte, que recibieron representantes de la industria del transporte, medios de comunicación, investigadores e instituciones públicas de Alemania.