La Unión Europea de Transportistas por Carretera (UETR), presidida actualmente por fenadismer, ha instado formalmente a la Comisión Europea a rediseñar su enfoque sobre la descarbonización del transporte por carretera. En una carta conjunta dirigida a la presidenta Ursula von der Leyen, junto con otras 32 organizaciones del sector, UETR aboga por una política energética y de transporte más coherente, que combine sostenibilidad, viabilidad económica y competitividad.
Una estrategia equilibrada para una transformación real
Las asociaciones firmantes defienden que los objetivos del Pacto Verde Europeo solo se podrán alcanzar si se aplican medidas más inteligentes, centradas en la neutralidad tecnológica y que no impongan prohibiciones sin alternativas reales. En este sentido, subrayan la necesidad de apoyar tanto la electrificación como el uso de combustibles renovables sostenibles, como el HVO o el biogás, sin descartar los motores de combustión interna mientras contribuyan a la reducción de emisiones.
“Confundir objetivos con herramientas solo genera confusión y bloquea la innovación”, aseguran los firmantes, que critican la actual dispersión normativa entre países, la sobrecarga administrativa y la falta de armonización en la implementación de directivas europeas como REDIII o ETS2.
Apoyo a las pymes y a Europa del Este
Una de las principales preocupaciones expuestas en la misiva es la desigualdad existente entre los países del oeste y del este de Europa. La menor capacidad económica de las pymes del centro y este del continente les impide acceder a las nuevas tecnologías con la misma facilidad, lo que obstaculiza una transición justa. UETR propone más equidad en el reparto de ayudas y subvenciones, así como una red energética más accesible y eficiente.
Inversiones en infraestructuras y suministro energético
Además, el documento subraya la necesidad de reinvertir los ingresos generados por impuestos y peajes del transporte por carretera en el propio sector, fomentando así la innovación y la digitalización. También se exige acelerar el desarrollo de infraestructuras energéticas para combustibles alternativos y garantizar la seguridad energética ante posibles crisis geopolíticas, como la guerra en Ucrania.
Una advertencia clara
Umberto de Pretto, secretario general de IRU, advierte: “Nos encontramos ante un riesgo real de una doble pérdida: que las emisiones no se reduzcan significativamente y que, al mismo tiempo, se deteriore la competitividad del sector del transporte europeo”.
Con esta declaración conjunta, las asociaciones de transporte lanzan un mensaje contundente a Bruselas: es posible avanzar hacia una economía descarbonizada sin dejar atrás a quienes hacen posible la logística y el comercio europeo. Pero para ello, la política climática debe ser más realista, inclusiva y estratégicamente orientada.