La Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU), junto a la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (ASTIC), ha lanzado un nuevo informe que alerta sobre un problema estructural que amenaza seriamente al sector: la creciente diferencia de edad entre los conductores jóvenes y mayores. A nivel global, la escasez de conductores se mantiene en 3,6 millones de vacantes sin cubrir, afectando a 36 países que representan el 70% del PIB mundial.
Pese a que el número de puestos vacantes se ha estabilizado con respecto a 2023 debido a la menor demanda de transporte, los datos muestran una evolución preocupante. Mientras que la proporción de conductores menores de 25 años cae un 5,8%, la de mayores de 55 años crece un 1,6%. En países como España, la situación es aún más crítica: solo el 3% de los conductores son jóvenes, frente a un 50% que supera los 55 años.
Una "bomba demográfica" en marcha
Con una edad media que ya roza los 45 años y más de 3,4 millones de jubilaciones previstas en los próximos cinco años, IRU califica la situación como una auténtica bomba de relojería. Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de ASTIC, destaca que “entre las grandes flotas internacionales, solo uno de cada cuatro conductores menores de 45 años es español”.
La falta de relevo generacional no es un problema aislado de España. Alemania, Italia o Eslovaquia presentan brechas similares. Y si no se toman medidas urgentes, advierten desde IRU, las consecuencias podrían ser devastadoras para la economía global.
Salarios atractivos y satisfacción laboral, pero...
A pesar de esta crisis, el informe desmiente uno de los tópicos habituales: que los salarios bajos son la causa principal del problema. Según los datos, los sueldos de los conductores están entre un 30% y un 135% por encima del coste de vida básico. Además, la satisfacción laboral es elevada: el 81% de los 1.100 conductores encuestados en Europa se declara satisfecho con su trabajo.
Las principales quejas no están relacionadas con el salario, sino con la falta de áreas de descanso bien equipadas y el trato en los puntos de carga y descarga. Un 91% de los profesionales señaló estos aspectos como prioritarios.
Acciones necesarias para revertir la tendencia
Para revertir esta tendencia, IRU y ASTIC proponen integrar las profesiones de conductor en los sistemas educativos, eliminar las restricciones de edad para acceder a la formación y certificación, e invertir en infraestructuras de descanso adecuadas.
“El reto ya no es retener talento, sino hacerlo accesible a las nuevas generaciones”, subraya Umberto de Pretto, secretario general de IRU. Y añade: “Solo con respeto, condiciones dignas y oportunidades reales, podremos atraer a los conductores del futuro y garantizar la sostenibilidad del transporte por carretera”.