www.nexotrans.com
La UE responde con aranceles a la ofensiva comercial de EE. UU. sobre acero y aluminio

La UE responde con aranceles a la ofensiva comercial de EE. UU. sobre acero y aluminio

jueves 10 de abril de 2025, 07:00h
La Unión Europea responderá a los nuevos aranceles de EE. UU. con tarifas a productos estadounidenses, comenzando el 15 de abril y alcanzando un total de 21.000 millones de euros. Esta medida busca equilibrar las represalias comerciales y refleja la creciente tensión entre ambas potencias, afectando diversos sectores económicos, entre ellos el de transporte. La Comisión Europea, tras una intensa labor de negociación interna, ha propuesto una hoja de ruta con represalias comerciales que ascenderán a un total de 21.000 millones de euros en aranceles a productos procedentes de Estados Unidos.

La Unión Europea lanza su primera medida contundente frente a los nuevos aranceles de Estados Unidos sobre el acero y el aluminio, con una batería de tarifas a productos estadounidenses que comenzará el 15 de abril

Bruselas ha decidido actuar con firmeza ante la reciente ofensiva arancelaria del presidente estadounidense, Donald Trump, quien ha reinstaurado medidas proteccionistas sobre exportaciones europeas de acero y aluminio. La Comisión Europea, tras una intensa labor de negociación interna, ha propuesto una hoja de ruta con represalias comerciales que ascenderán a un total de 21.000 millones de euros en aranceles a productos procedentes de Estados Unidos.

La propuesta, que será votada este miércoles por los Estados miembro y cuya aprobación se da prácticamente por asegurada, se aplicará en tres fases escalonadas a lo largo del año. La primera fase entrará en vigor el próximo 15 de abril y afectará a una lista revisada de productos que ya estuvieron gravados durante la anterior administración Trump. Esta primera oleada supondrá un impacto económico estimado de 3.900 millones de euros sobre las exportaciones estadounidenses.

A continuación, el 15 de mayo se desplegará el grueso del plan, con una nueva remesa de productos alcanzados por tarifas que elevará el total de esta segunda fase hasta los 13.000 millones de euros. Finalmente, el 1 de diciembre se cerrará el ciclo con la imposición de gravámenes adicionales sobre productos como la soja y las almendras, completando así la estrategia de represalia comercial europea.

Inicio de un periodo de alta tensión comercial

Entre los productos afectados por los nuevos aranceles se incluyen artículos tan variados como diamantes, hilo dental, gafas, frigoríficos o aves de corral. Sin embargo, uno de los elementos más controvertidos, el bourbon, ha sido excluido en el último momento de la lista, después de que el Gobierno estadounidense amenazara con imponer a cambio un gravamen del 200% al vino y otras bebidas alcohólicas europeas. Esta posibilidad generó inquietud en sectores clave como el vitivinícola, particularmente en Francia e Italia, lo que llevó a una retirada estratégica del producto en la versión final del listado.

El comisario de Comercio, Maros Sefcovic, ha explicado que la Comisión ha sido sensible a las inquietudes de los Estados miembro y ha buscado distribuir el peso de las represalias de forma equitativa entre todos los países de la UE. Esto ha supuesto reducir el paquete inicial previsto, que rondaba los 26.000 millones de euros, hasta los 21.000 millones finales.

Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha mantenido en paralelo una conversación estratégica con el primer ministro chino, Li Qiang, en la que ha instado a mantener la estabilidad del comercio mundial y ha pedido cooperación para sostener un sistema basado en reglas y condiciones equitativas. Este movimiento refleja la intención europea de construir alianzas frente a las tensiones comerciales crecientes con Washington.

En un momento en que la diplomacia económica cobra especial importancia, Von der Leyen también se ha reunido con representantes de la industria farmacéutica europea, un sector especialmente vulnerable a las medidas de Trump. Sus responsables han advertido que la creciente hostilidad comercial por parte de EE. UU. desincentiva la inversión en Europa, y han exigido a Bruselas un cambio de rumbo que permita atraer más investigación y producción farmacéutica al continente.

La respuesta europea marca así el inicio de un periodo de alta tensión comercial entre ambas potencias, con implicaciones relevantes para múltiples sectores económicos. Aunque Bruselas mantiene la puerta abierta a la negociación, el mensaje lanzado desde la capital comunitaria es claro: Europa no se quedará de brazos cruzados ante las políticas proteccionistas estadounidenses.