La Comisión Europea ha presentado una serie de medidas destinadas a fortalecer la transición energética y la competitividad industrial en el continente. Entre ellas, destaca el Plan de Acción para una Energía Asequible, que busca acelerar la electrificación y duplicar el despliegue de energías renovables en sectores clave. Sin embargo, la decisión de aplazar el objetivo climático para 2040 genera incertidumbre en el sector del transporte, que necesita claridad para sus inversiones en tecnologías limpias.
Energía renovable y electrificación: avances con un punto débil
El nuevo plan de la UE contempla elevar la electrificación de la economía del 23% actual al 32% en 2030, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles. Según Transport & Environment (T&E), este enfoque es positivo, pero la falta de un compromiso concreto para reducir las emisiones en un 90% en 2040 envía una señal preocupante a las industrias del automóvil, la aviación y el transporte marítimo, que requieren certezas a largo plazo.
Combustibles sostenibles para la aviación y el transporte marítimo
El Pacto Industrial Limpio, también presentado en esta jornada, prioriza el desarrollo de combustibles renovables para estos sectores. Entre sus iniciativas clave está el Mecanismo de Demanda Agregada del Hidrógeno, diseñado para conectar proveedores y compradores con apoyo financiero. No obstante, T&E advierte que el Banco del Hidrógeno necesita más que herramientas de contacto:
"El plan debe incluir subastas a dos bandas para reducir la diferencia de costes entre los combustibles fósiles y sus alternativas sostenibles", señala Faig Abbasov, director de Transporte Marítimo de T&E.
Además, se anunció un esbozo del Plan de Inversión en Transporte Sostenible, que debería centrarse en combustibles sintéticos como apuesta prioritaria.
Normas de ayudas estatales: una reforma insuficiente
Las propuestas para reformar el régimen de ayudas estatales han sido recibidas con escepticismo. Para T&E, el Marco de Ayudas de Estado a la Industria Limpia, que se publicará en el segundo trimestre de 2025, debe garantizar que el apoyo se canalice hacia la fabricación europea de tecnologías limpias con requisitos estrictos de contenido local. De lo contrario, advierten que Europa perderá competitividad frente a otros mercados.
Mayor inversión en tecnologías limpias
La Comisión Europea ha anunciado una mayor inversión en movilidad sostenible y baterías, además de activar nuevos mecanismos de defensa comercial para evitar prácticas desleales. Para Julia Poliscanova, directora de vehículos y cadenas de suministro de movilidad en T&E, este enfoque es positivo, pero debe implementarse con rapidez:
"Las promesas de inversión y comercio del Pacto Industrial Limpio deben materializarse ya. Europa necesita acelerar la producción local de baterías y acero sostenible para seguir siendo competitiva."
Conclusión: avances con sombras en la estrategia climática
Mientras que la UE refuerza su apuesta por las energías renovables y los combustibles sostenibles, la falta de un objetivo climático claro para 2040 genera incertidumbre. Sin compromisos concretos, el sector del transporte corre el riesgo de quedarse sin las señales regulatorias necesarias para una transición ordenada hacia la movilidad cero emisiones.