El Gobierno de España ha aprobado el anteproyecto para reducir la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales en 2025 sin reducción salarial. Esta medida, que afectará a 12 millones de trabajadores, busca mejorar la conciliación y la productividad, pero también supone un desafío para las empresas.
Según la patronal, la adaptación a esta nueva jornada supondrá un coste total de entre 21.000 y 24.000 millones de euros, lo que equivale a unos 2.000 euros por trabajador. En este contexto, ERA Group, consultora especializada en la optimización de costes y gestión de proveedores, destaca la necesidad de una planificación estratégica para reducir el impacto de este cambio.
Estrategias para adaptarse a la nueva jornada
Fernando Vázquez, socio consultor y co-area developer en ERA Group España, enfatiza que las empresas pueden adoptar diferentes enfoques para mantener su competitividad con una jornada reducida. Entre las estrategias más destacadas se encuentran:
- Automatización y tecnología: Implementar herramientas digitales que optimicen los procesos internos y permitan una mayor eficiencia en menos tiempo.
- Reorganización de tareas: Revisar flujos de trabajo y asignar funciones de manera estratégica para maximizar la productividad.
- Gestión del talento: Apostar por la formación y el desarrollo de habilidades para mejorar el rendimiento en menos horas de trabajo.
"Las empresas deben prepararse con tiempo para esta transición, evaluando su estructura organizativa y apostando por soluciones innovadoras que les permitan seguir siendo rentables y competitivas", señala Vázquez.
La entrada en vigor de esta medida antes del 31 de diciembre de 2025 supondrá un reto para el tejido empresarial español, por lo que expertos recomiendan anticiparse y adoptar medidas de optimización cuanto antes.