El sector del transporte alerta sobre el impacto económico y logístico de los aranceles del 25% impuestos por EE. UU. a Canadá y México
Los camioneros de Canadá, Estados Unidos y México han manifestado su oposición a los aranceles del 25% impuestos por el Gobierno estadounidense sobre las exportaciones canadienses y mexicanas, así como el 10% en productos chinos. En respuesta, Canadá y México han aplicado medidas equivalentes, intensificando la tensión comercial en la región.
El presidente Donald Trump justificó estas medidas como una estrategia para frenar la inmigración ilegal y la entrada de fentanilo en Estados Unidos. Sin embargo, los representantes del sector del transporte han advertido que estos aranceles generarán un impacto devastador en la economía y la logística transfronteriza.
Un golpe al transporte por carretera
Desde el sector del transporte de mercancías, el presidente de la Alianza Canadiense de Camiones (CTA), Stephen Laskowski, calificó las medidas como "irrazonables" y "desproporcionadas", comparándolas con "usar un mazo para romper una nuez". Laskowski pidió a los reguladores de ambos países que busquen soluciones conjuntas y urgió al primer ministro Justin Trudeau a reactivar el Parlamento para abordar la crisis.
Por su parte, el presidente de la CTA, Greg Arndt, alertó de que los aranceles llegan en un momento crítico para la industria del transporte por carretera. "Estamos enfrentando una inflación de costos insostenible, mientras la rentabilidad disminuye y las flotas se ven obligadas a reducir su tamaño para sobrevivir", afirmó.
El impacto de estos aranceles se traduce en un encarecimiento de los bienes de consumo y una reducción de los volúmenes de carga, lo que podría poner en riesgo 120.000 empleos de conductores canadienses que cruzan regularmente la frontera con EE. UU.
El sector empresarial advierte de consecuencias económicas graves
El Consejo de Camiones Motorizados Privados de Canadá, a través de su líder Mike Millian, advirtió que estos aranceles "afectarán tanto a la economía canadiense como a la estadounidense", ya que los costos adicionales se trasladarán al consumidor final.
Según Millian, el 50% del comercio entre Canadá y EE. UU. se transporta por camión, con un valor estimado de 700.000 millones de dólares anuales. Cualquier obstáculo en la frontera afectará el 10% del empleo canadiense, lo que podría provocar despidos masivos y un freno en la actividad económica transfronteriza.
Además, Millian subrayó que menos del 1% del fentanilo y de la inmigración ilegal en EE. UU. provienen de Canadá, lo que pone en duda la justificación del Gobierno estadounidense para la imposición de estos aranceles.
La presidenta de la Cámara de Comercio Canadiense, Candace Laing, también expresó su preocupación: "Los aranceles encarecerán todo para todos. Canadá ha sido un socio comercial confiable durante décadas. Nuestras economías están tan integradas que deshacer estas relaciones comerciales de la noche a la mañana es inviable y perjudicial para ambos países".
Rechazo en EE. UU.: la ATA advierte sobre un colapso del sector
El rechazo a los aranceles también ha sido contundente en Estados Unidos, donde la Asociación Estadounidense de Camioneros (ATA) alertó sobre los efectos negativos en la industria. Su presidente, Chris Spear, advirtió que la medida podría frenar la recuperación del sector, que aún se recupera de una recesión de carga de varios años.
Spear indicó que los aranceles del 25% a México podrían incrementar el costo de un camión nuevo en hasta 35.000 dólares, lo que pondría en riesgo a pequeñas flotas y elevaría los costos operativos de las grandes compañías.
Además, recordó que el 85% de las mercancías que cruzan la frontera sur de EE. UU. y el 67% de las que cruzan la frontera norte dependen del transporte por carretera, lo que afectará a cientos de miles de empleos en EE. UU.
Spear también destacó que los aranceles van en contra del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), negociado por el propio Trump en su primer mandato. "El T-MEC fue un gran logro y trabajamos estrechamente con los tres países para alcanzarlo. Imponer aranceles ahora es un paso atrás que podría dañar nuestra relación comercial", concluyó.
Un conflicto comercial con repercusiones globales
La escalada de aranceles entre EE. UU., Canadá y México podría tener un impacto significativo en las cadenas de suministro globales, encareciendo productos y afectando la competitividad de las empresas.
Mientras tanto, el sector del transporte advierte que, si no se retiran estos aranceles, podrían producirse disrupciones en el comercio transfronterizo, con consecuencias que afectarían a consumidores y trabajadores en ambos lados de la frontera.
Los transportistas y empresarios ahora esperan que las negociaciones entre los gobiernos permitan revertir la medida y evitar una crisis comercial de gran escala.