Entonces, además de la visión general sobre el tema, se aportaba el ejemplo de lo que está haciendo la ciudad de Barcelona al respecto, con sus denominadas ‘superillas’. Pero al condal no es la única que está poniendo en marcha iniciativas que apuntan en esta misma dirección. El caso de París, por ejemplo, cuenta con un ejemplo más paradigmático: “el término Ciudad de los 15 minutos (Ville Du Quart D’Heure) fue acuñado, de hecho, por Carlos Moreno, asesor de la alcaldía de la ciudad, quien quiso convertir París en una ciudad de proximidad. El objetivo inicial era la descarbonización de la ciudad y favorecer los desplazamientos en bicicleta, pero pronto se extendió a garantizar un acceso más sencillo a lugares de trabajo, tiendas, escuelas, centros de salud y actividades culturales. La hoja de ruta de este modelo en París se basa en cuatro pilares: proximidad, diversidad, densidad y ubicuidad. El objetivo: vivir, trabajar, abastecerse, cuidarse, aprender y disfrutar sea lo más sencillo posible en la ciudad. Las Street Moves suecas Los países nórdicos en su conjunto son de los más avanzados en movilidad urbana sostenible. En Suecia, por ejemplo, se han planteado “ciudades y pueblos en los que la vida se organice alrededor de sus calles. El proyecto Street Moves se basa en la premisa de que los vecinos pueden tomar decisiones sobre cómo se utiliza el espacio público en sus vecindarios, lo que favorece la cohesión social”. Las primeras pruebas han quitado espacio a los coches para dárselo a los ciudadanos, y los resultados se han hecho notar: una encuesta recientemente realizada indica que “el 70 % de los vecinos de las zonas en las que se han realizado cambios los ve como algo positivo”. Y, por comprobar qué se está haciendo en otras latitudes, Portland (Estados Unidos) espera que “el 80 % de sus habitantes puedan realizar todas sus actividades diarias sin tener que alejarse más de 20 minutos de su hogar a pie o en bicicleta”, aunque de momento no se incluyen los desplazamientos para llegar al lugar de trabajo. “Con ello se busca que la ciudad crezca de forma equitativa e inclusiva y reducir el impacto de los desplazamientos en el día a día de sus habitantes y en el medioambiente. El Gobierno de Portland quiere alcanzar este objetivo antes de 2030”, indican desde la entidad financiera.