Es lo que ha hecho Packlink, plataforma de comparación y contratación de envíos de paquetería para particulares y empresas, que de la mano del auge del eCommerce, ha ido creciendo hasta operar en varios mercados europeos y ofrecer más de 300 servicios de transporte y tecnología de envío para pymes.
Y es que, según esta compañía, el año 2022 se dibuja como el de transición hacia un ecosistema 100% phygital, en el que el comercio tradicional y electrónico coexistan sin competir directamente entre ellos. Como base para esta afirmación, Packlink apunta que 2020 fue año récord para el comercio electrónico, logrando una facturación de 51.600 millones (un 4,6% del PIB en España) y 2021 fue el año de la consolidación del sector.
Así, todo hace prever que durante 2022 continuará la línea ascendente del eCommerce, apuntalando la consolidación de manera definitiva, pues comprar por Internet ha dejado de ser un tabú para los españoles. El desarrollo tecnológico acelerado por la pandemia nos ha inmerso de lleno en la era del comercio electrónico. Lo que comenzamos a ver ahora son los primeros pasos de los que serán los modelos de consumo del futuro, por lo que es un periodo particularmente interesante en este sentido, señala Noelia Lázaro, directora de Márketing de Packlink.
Tendencias 2022
Cuestiones como la sostenibilidad, la flexibilidad en las entregas y métodos de pago, pero también nuevos canales de venta y redes sociales, son solo algunos de los temas candentes de los que se hablará este año, a juicio de Packlink. Mientras tanto, en el horizonte, comenzamos a vislumbrar los primeros pasos del metaverso o la realidad virtual, que puede que antes de lo que pensamos se instalen en nuestro día a día.
El eCommerce es un sector en constante evolución y muy exigente en este sentido. Los profesionales del sector debemos actualizar nuestros conocimientos y herramientas de forma constante. Pero la clave es que esto nos permite conocer cada vez mejor a nuestros clientes y usuarios. Y la orden es clara, debemos agilizar, simplificar y hacer más sostenible la forma en que nos aproximamos a ellos, concluye Lázaro.

