El galardón ha sido entregado en el XIX Fórum de la Automoción Española, en un acto que contó con la presencia de su viuda y todos sus hijos, siendo Jorge Cosmen, el encargado en nombre de la familia, de recoger el premio concedido a su padre a título póstumo, de manos del presidente de la asociación, Francisco Aparicio.
Su dilatada trayectoria profesional, su completa dedicación al sector del transporte de viajeros y haber sido el artífice de la expansión nacional e internacional de Alsa hasta convertirla en la mayor compañía española de transporte de viajeros por carretera y la única con implantación en varios continentes, han sido los factores que han destacado a la hora de otorgarle este reconocimiento.
José Cosmen Adelaida nació en Cangas del Narcea en 1928, en el seno de una familia ligada a las actividades de transporte desde hace más de tres siglos. Desde 1728 hay constancia de que sus antepasados desarrollaban transporte de mercancías y personas a Castilla. Sus padres poseían en Cangas del Narcea un negocio familiar que incluía, entre otras actividades comerciales, surtidor de gasolina, camiones y autocares, con los que se cubría la línea Cangas-Villablino.
Tras finalizar sus estudios de Peritaje Industrial en Gijón, se incorporó a los negocios familiares de transporte, que posteriormente integró y fusionó en la sociedad Automóviles Luarca, incorporándose a su accionariado y dirección.
A partir de 1960, y ya como directivo de Alsa, pilotó la expansión de la compañía, que se inició en 1964 con la inauguración de la primera línea internacional Oviedo-Paris-Bruselas y después con la Asturias–Madrid.Su espíritu pionero y emprendedor llevó a Alsa a ser la primera empresa privada española que, en la década de los 60, inició servicios de transporte internacional conectando España con toda Europa, y en 1984 fue la primera empresa extranjera autorizada a desarrollar actividades de transporte de viajeros en China, un negocio del que se viene encargando desde sus comienzos su hijo Andrés y que a través de Alsa también se introdujo la industria española de fabricación de autocares en aquel país.
Desde una empresa familiar y privada como Alsa, contribuyó decisivamente a incrementar de forma notable los niveles de calidad en España de un servicio público, como el transporte de viajeros por carretera, esencial para la vertebración de nuestro país y la calidad de vida de muchos ciudadanos.