El sector de las baterías atraviesa una etapa crucial en su evolución, marcada por la creciente demanda de vehículos eléctricos (VE) y soluciones de almacenamiento de energía. Sin embargo, el desafío no solo radica en aumentar la producción, sino también en desarrollar nuevas químicas revolucionarias que permitan mejorar la eficiencia, la seguridad y la sostenibilidad. Así lo revela el informe “La revolución de las baterías: Modelar la movilidad y la energía del mañana”, publicado por el Instituto de Investigación de Capgemini, en el que se analizan las tendencias y desafíos que enfrenta esta industria.
El informe destaca que el mercado de baterías se encuentra en un punto de inflexión. Mientras la electrificación del transporte y el almacenamiento de energías renovables impulsan su crecimiento, la industria enfrenta retos críticos:
Pierre Bagnon, director global de Intelligent Industry Accelerator en Capgemini, destaca la importancia de la digitalización en la evolución del sector:
"Los datos y las tecnologías digitales pueden mejorar toda la cadena de valor de las baterías, desde el control de calidad hasta la gestión de residuos y el reciclaje. La colaboración dentro de un ecosistema de innovación es clave para avanzar hacia un futuro sostenible".
La electrificación del transporte no solo está transformando la producción de baterías, sino también los modelos de negocio en torno a ellas. Según el informe:
Estos modelos podrían acelerar la adopción del vehículo eléctrico al reducir los costes iniciales para los consumidores y ofrecer mayor flexibilidad a las flotas de transporte. No obstante, su éxito dependerá de la infraestructura disponible, la durabilidad de las baterías y la implementación de estándares de rendimiento para garantizar la fiabilidad y seguridad.
El informe señala que la digitalización será clave para optimizar la producción y la eficiencia en la cadena de suministro de baterías. A pesar de ello, el uso de datos en la industria sigue siendo bajo, con solo un 17% de digitalización entre los fabricantes.
Además, aunque el sector desempeña un papel clave en la descarbonización del transporte y la industria energética, solo un tercio de los fabricantes han avanzado significativamente en la implementación de una economía circular. Para abordar este reto, Europa trabaja en un “pasaporte digital de baterías”, que permitirá rastrear el impacto ambiental de cada unidad y fomentar el reciclaje y reutilización de materiales.
El crecimiento del sector dependerá de su capacidad para combinar escalabilidad, innovación y sostenibilidad. La implementación de tecnologías avanzadas, la creación de redes de suministro más eficientes y el desarrollo de modelos de negocio innovadores marcarán el ritmo de la transición energética en los próximos años.
Con estos desafíos en el horizonte, el informe de Capgemini destaca que la colaboración entre fabricantes, reguladores y proveedores de energía será esencial para garantizar que la revolución de las baterías transforme la movilidad y el almacenamiento energético en un pilar fundamental para un futuro sostenible.