La Junta de Castilla y León, en colaboración con la Dirección General de Tráfico (DGT) y el Área de Trabajo e Inmigración de la Delegación del Gobierno en Castilla y León, presentó una nueva guía destinada a agilizar los trámites para habilitar a conductores provenientes de terceros países como profesionales en el sector del transporte. El acto tuvo lugar durante una jornada organizada por la Consejería de Movilidad y Transformación Digital, en el que la directora general de Transportes y Logística, Laura Paredes, destacó que el objetivo principal de esta iniciativa es reducir los plazos para obtener el Certificado de Terceros Países, un requisito esencial para que conductores de fuera de la Unión Europea puedan ejercer su profesión en España.
La comunidad cuenta con un déficit de unos 2.000 conductores
El acuerdo entre los organismos implicados busca coordinar esfuerzos en tres áreas clave. Por un lado, el Área de Trabajo e Inmigración agilizará los trámites necesarios para los permisos de residencia y trabajo, mientras que la Jefatura Provincial de Tráfico facilitará el proceso de canje y homologación de permisos de conducir extranjeros. Por úlitmo, la Dirección General de Transportes organizará una convocatoria extraordinaria del Certificado de Aptitud Profesional (CAP) en diciembre de 2025, sumándose a las seis que se realizan anualmente.
Estas medidas pretenden paliar la escasez de conductores en el sector del transporte, una actividad estratégica en Castilla y León que actualmente enfrenta un déficit estimado de 2.000 profesionales.
La falta de conductores es un desafío que afecta a toda Europa, donde, según un informe de la IRU, se necesitan cubrir 230.000 puestos. En España, el problema se agrava por el envejecimiento de la plantilla: solo el 4,5% de los conductores tiene menos de 25 años, mientras que la edad media se sitúa en los 47 años. Si esta tendencia continúa, en una década podría haber más jubilaciones que nuevas incorporaciones al Sector, lo que hace necesario este tipo de medidas.