El sector industrial también muestra señales de recuperación, con un índice PMI de manufactura que alcanzó 53.0 en septiembre. Este repunte contrasta con la contracción generalizada en otros países europeos. A pesar de los costos operativos elevados, España sigue siendo competitiva, beneficiándose de una menor dependencia de combustibles fósiles gracias a un aumento en el uso de combustibles alternativos.
La expansión de la infraestructura logística, como las gigafactorías en Valencia y Zaragoza, está posicionando a España como un centro clave para la industria de vehículos eléctricos, un sector que promete un crecimiento sostenido en la demanda de transporte en los próximos años.