Dentro del apartado de la descarbonización del parque, en su conjunto, se afirma que varias de las intervenciones escalables pueden agruparse en categorías más pequeñas.
Los nodos de movilidad proporcionan un punto focal en la red de transporte que integra a la perfección diferentes modos de transporte e infraestructuras multimodales de apoyo, y convierte los espacios en lugares. Están diseñados y organizados espacialmente para facilitar el acceso a los modos de transporte y la transferencia fácil entre ellos, desde el ferrocarril a los autobuses, coches compartidos, bicicletas compartidas y/o patinetes eléctricos compartidos, viajes compartidos/taxis compartidos.
Aunque no forman parte de las principales categorías de intervenciones escalables, los centros de movilidad están implantados o planificados en 30 ciudades con diferentes perfiles. Suelen consistir en espacios físicos donde se reúnen diferentes servicios de movilidad (compartida) para que los viajeros puedan combinarlos fácilmente.
Las soluciones de micromovilidad compartida suelen considerarse una forma de reducir la dependencia del coche. Tales soluciones aparecen en las intervenciones escalables presentadas por 28 ciudades, en la mayoría de los casos acompañando a medidas de otras categorías.
Aplicaciones MaaS
26 ciudades estudian aplicaciones de movilidad como servicio (Maas). Aunque existe cierto grado de solapamiento con medidas de otras categorías, como la movilidad activa, las medidas de este grupo abordan específicamente la parte tecnológica de la MaaS y a menudo desarrollan aplicaciones gestionadas por la ciudad que permiten alquilar o compartir vehículos y soluciones de micromovilidad.
26 ciudades presentan enfoques de política de aparcamientos. La mitad de las intervenciones (13) corresponden a aplicaciones de park&ride, con el objetivo principal de estimular el uso del transporte público y evitar el tráfico de automóviles en el centro de las ciudades. En otras ciudades, se utilizan medidas que implican sistemas de tarificación del estacionamiento y/o limitaciones de la duración del mismo para desincentivar el uso del coche. También existen aplicaciones de aparcamiento inteligente, cuyo objetivo es optimizar el uso del espacio de aparcamiento disponible y evitar el uso innecesario del coche.
20 ciudades abordan la explotación de nuevas fuentes de datos y la creciente digitalización de los sistemas de gestión del tráfico urbano. Las aplicaciones específicas incluyen sistemas de control centralizado de los semáforos para reducir los tiempos de espera y las emisiones del tráfico, plataformas de datos e información en tiempo real, plataformas de Internet de las Cosas (IoT) a gran escala, Digital Twins y modelos de transporte en tiempo real.
Integración de los servicios
20 ciudades informan de intervenciones para mejorar la integración del transporte público, mientras que 10 ciudades exploran el billetaje multimodal. El objetivo de estas intervenciones es aumentar la intermodalidad y reforzar el papel del transporte público en la cadena de transporte. Los enfoques utilizados pueden agruparse en reglamentarios o tecnológicos. Veinte ciudades exploran la planificación urbana como medio para reducir la demanda de transporte, otras 17 desarrollan Planes de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) y 6 utilizan métodos de pacificación del tráfico.
En 10 ciudades se fomenta el uso compartido del coche. Otras 20 ciudades han empezado a adaptar sus flotas municipales, mientras que 7 se dedican a la sensibilización para, por ejemplo, promover el uso de la bicicleta o comportamientos de transporte sostenibles. Por último, algunas ciudades también abordan el transporte aéreo, ya sea en términos de movilidad aérea urbana o de suministro de combustible de aviación ecológico para uso comercial.

