En el ámbito de la movilidad urbana y la logística, se presta atención a los modos activos, la bicicleta y los desplazamientos a pie, como medios para ofrecer una movilidad urbana más sostenible y resistente, y promoverla para los desplazamientos hacia los destinos clave como transporte público, escuelas y universidades, comercios, hospitales, centros de ocio y, sin duda, lugares de trabajo.
Otro aspecto destacado por la Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente se refiere a la importancia de integración multimodal tanto para el transporte de mercancías como para la logística urbana, incluidos el ferrocarril y la navegación interior.
Alternativa ¿fiable?
La multimodalidad puede crear una alternativa fiable y segura a las soluciones basadas exclusivamente en la carretera, haciendo un mejor uso de la infraestructura y los servicios disponibles, y contribuyendo así a un sistema de transporte fuerte, resistente e integrado. Las medidas políticas se centran en la realización del Espacio Único Europeo de Transporte, haciendo hincapié en la red RTE-T.
En la política de I+D, los programas marco europeos trataron la resiliencia tanto en:
– Un enfoque intersectorial relacionado con los riesgos sociales transversales como el terrorismo y los ciberataques, y sobre los impactos de la evolución de las condiciones climáticas.
– Un enfoque específico del transporte. Los programas de trabajo recientes, dentro del programa marco H2020, y actuales, dentro de Horizonte Europa, hacen hincapié en reforzar la resiliencia del transporte, promoviendo en mayor medida:
-Infraestructura física resistente a la intemperie, tecnologías de vehículos e infraestructura digital para una mayor automatización.
-Multimodalidad entre modos e intermodalidad entre operadores, con especial atención a la movilidad urbana, incluida la logística y el transporte de mercancías.
-Aeronaves resistentes a las condiciones meteorológicas y mayor capacidad de supervivencia.

