Por otro lado, la Eurocámara ha aprobado también una directiva -en primera lectura y por procedimiento de codecisión- para mejorar los ‘puntos negros’ de las carreteras. No obstante, la normativa sólo va dirigida a varias autopistas y a las infraestructuras englobadas bajo la Red Transeuropea.
Alrededor de 8.000 peatones y ciclistas pierden la vida y 300.000 resultan heridos cada año en la UE de los Veinticinco. El nuevo reglamento, dirigido a mejorar la situación, ha sido aprobado por la Eurocámara por 642 votos a favor, 8 en contra y 7 abstenciones.
La normativa se aplicaría a los coches diseñados para el transporte de personas, con un máximo de ocho plazas sin contar la del conductor, así como a los vehículos de transporte de mercancías por debajo de las 2,5 toneladas. Por su parte, los coches que superen ese límite también deberían cumplir las nuevas normas tras un periodo transitorio.
Así, los fabricantes estarían obligados a garantizar que los vehículos comercializados estén dotados del sistema de asistencia ABS. Además, las autoridades nacionales deberán hacer especial hincapié en que los sistemas de protección delantera estén homologados y cumplan los requisitos establecidos en el reglamento. Los vehículos que ya estén dotados de sistemas anticolisión no tendrán que pasar las pruebas de ensayo para obtener una homologación.
Carreteras
Por otro lado, la Eurocámara ha aprobado el viernes una directiva con la que se pretende impulsar la gestión segura de las carreteras para evitar accidentes. La nueva normativa establece varias directrices para que los Veintisiete controlen y revisen los puntos negros de la red viaria cada tres años, de forma que se garantice la seguridad de las carreteras, y la Comisión Europea cumpla su objetivo de reducir a la mitad (de 50.000 a 25.000) el número de personas que fallecen en las carreteras. La directiva hará hincapié en las fases de planificación, diseño y explotación de las infraestructuras, así como en el análisis económico y ambiental.
El acuerdo alcanzado por el Pleno, que ha recibido 498 votos a favor, 8 en contra y 6 abstenciones, establece que los Veintisiete deberán asegurar que los cálculos del impacto de seguridad son llevados a cabo en cualquier proyecto de infraestructura. La nueva directiva también recomienda que se establezca un sistema para que los Estados miembros intercambien las mejores prácticas en la gestión de las carreteras que no forman parte de la Red Transeuropea de Transporte, y que abarque proyectos de seguridad de carreteras existentes o tecnología que haya demostrado su eficacia para mejorar la seguridad en carretera.