Línea 12: GLS transporta 700 paquetes diarios en metro
miércoles 08 de enero de 2025, 07:00h
Desde este mes, Madrid ha comenzado una innovadora prueba piloto para el transporte de mercancías de última milla utilizando la red de Metro. El objetivo es claro: reducir la presencia de furgonetas en las calles, minimizar la congestión del tráfico y contribuir a una mejora significativa en la calidad del aire. Esta iniciativa, que se realiza en colaboración con GLS y Metro de Madrid, marca un paso hacia soluciones de logística urbana más sostenibles.
Prueba piloto en la Línea 12 con GLS
La prueba inicial se está llevando a cabo en la Línea 12 del metro, que conecta los municipios del sur de la Comunidad de Madrid. GLS, empresa especializada en paquetería, transporta diariamente alrededor de 700 paquetes provenientes de siete de sus agencias. Estos paquetes se colocan en jaulas diseñadas específicamente para el transporte en trenes exclusivos de mercancías, que operan entre las 19:00 y las 20:00 horas, fuera del horario habitual de uso por parte de los pasajeros.
El proceso incluye la custodia de los trenes por personal de Metro de Madrid hasta la estación de Loranca, donde la carga se transfiere a un camión que realiza un único trayecto hasta el norte de Madrid, cerca del aeropuerto. Este sistema evita que múltiples furgonetas circulen de forma individual, logrando una importante reducción en las emisiones y el tráfico.
Ampliación del modelo en la Línea 3 con Citylogin
El plan no se detiene aquí. En los próximos meses, se implementará una segunda prueba piloto en la Línea 3, en colaboración con la empresa Citylogin. Este proyecto se centrará en transportar mercancías desde áreas periféricas hasta la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de la capital.
El transporte se realizará en las primeras horas de la mañana, antes del inicio del servicio regular de pasajeros. Un tren rápido y exclusivo llevará la carga hasta la estación de Embajadores, donde Citylogin se encargará de su distribución utilizando métodos sostenibles como bicicletas y carritos manuales para repartidores a pie.
Esta iniciativa posiciona a Madrid como una ciudad pionera en la implementación de soluciones logísticas sostenibles dentro de la red de transporte público. Al utilizar el metro para la distribución de última milla, no solo se busca reducir las emisiones y la congestión, sino también optimizar el transporte urbano para responder a las demandas de una logística más ecológica y eficiente.
Si las pruebas tienen éxito, este modelo podría expandirse a otras líneas y convertirse en un ejemplo replicable en otras ciudades comprometidas con la sostenibilidad y la mejora de la calidad de vida urbana.