Miembro de la IRU, la Federación Sueca de Autobuses y Autocares ha iniciado una nueva campaña con el objetivo de abordar la escasez crónica de conductores en este sector. La estrategia se centra en facilitar el acceso a la formación y en atraer a nuevos talentos. La necesidad urgente de hacer frente a la escasez de conductores profesionales de autobuses y autocares en Europa, que creció un 54% de 2022 a 2023, ha sido subrayada en repetidas ocasiones por IRU.
Eliminar el límite de 50 kilómetros para los conductores jóvenes de autobuses
Una nueva campaña ha sido lanzada por la Federación Sueca de Autobuses y Autocares con el objetivo de superar este desafío al identificar las barreras de entrada y agilizar el proceso de solicitud para la formación de conductores de autobuses y autocares. "La preocupación principal para la mayoría de las empresas del sector de autobuses y autocares, especialmente en Europa, es la escasez de conductores", expresó Anna Grönlund, vicepresidenta del Consejo de Transporte de Pasajeros de IRU y directora general adjunta de la Federación Sueca de Autobuses y Autocares.
"Agregar que, debido al impacto de la pandemia y la legislación existente, se ha vuelto sumamente complicado atraer y contratar a los jóvenes en la profesión", mencionó. Durante 2024 y el primer semestre de 2025, se llevará a cabo una campaña nacional que tiene como objetivo promover la profesión de conductor de autobuses y autocares, así como atraer nuevos talentos.
Beneficios de las plataformas
La amplia publicidad de la campaña nacional en las redes sociales, las plataformas digitales y las ubicaciones físicas puede beneficiar a los posibles conductores. No solo simplifican el acceso a información de formación personalizada, sino que también tienen como objetivo mejorar la imagen de la profesión a través de actividades interactivas y contenidos educativos. Una grave y creciente escasez de conductores de autobuses y autocares en toda Europa es destacada por el informe de IRU. Esto se debe al aumento de la demanda de transporte y al envejecimiento de la población de conductores. Si no se toman medidas significativas, se espera que la escasez casi se triplique para 2028.
En varios países europeos, la edad mínima para conducir en el transporte de pasajeros oscila entre los 21 y 24 años. Una barrera clave para atraer a nuevos conductores es la "brecha entre la escuela y la rueda". Asimismo, los altos costos de licencia, capacitación y seguro hacen que convertirse en conductor sea una inversión costosa. La IRU aboga por reducir la edad mínima para conducir, eliminar el límite de 50 kilómetros para los conductores jóvenes de autobuses y proporcionar subsidios financieros para la capacitación y la obtención de licencias, como medida para hacer frente a estos desafíos. Con el objetivo de hacer que la profesión sea más accesible y atractiva, se han implementado estas medidas para mitigar la crisis de escasez de conductores y asegurar la sostenibilidad del sector del transporte europeo.