Los resultados de la Encuesta sobre la Flota de Autobuses 2023 de la UITP, que comentábamos hace unos días, incluyen algunas previsiones sobre cómo evolucionarán las distintas propulsiones sin emisiones de cara a 2030. De todos los vehículos de emisiones cero, los autobuses eléctricos de batería se han convertido, con diferencia, en la elección mayoritaria por parte de los operadores. Los autobuses de batería pasarán de los 1.621 que existían en 2022 a casi 11.000 vehículos en 2030, lo que los convertiría en más del 50% de toda la flota. “Se trata sobre todo de autobuses que se cargan por la noche mediante enchufe, aunque también se utilizarán otras tecnologías como la carga por oportunidad”, indican desde UITP, aunque es una posibilidad que no está teniendo la evolución esperada en un principio, dado que la incesante mejora de las prestaciones de las baterías hace que esa carga intermedia durante el servicio sea, cada vez, menos necesaria. Los buses eléctricos serán más de la mitad de la flota en 2030 Además, “los trolebuses de batería también aumentarán hasta alcanzar casi los 1.000, lo que supone un incremento de más del doble”. Este cambio se produce sobre todo en Europa Occidental, así como en Europa Central y Oriental, por donde circularán alrededor del 65% de los trolebuses europeos. Desde UITP se recuerda que “los autobuses y trolebuses eléctricos de batería son tan sostenibles como la energía que los alimenta”. Por eso, “para descarbonizar una flota de autobuses hay que mirar más allá de los propios vehículos y garantizar la sostenibilidad de todo el suministro energético”, algo que exigirá un gran esfuerzo y colaboración con el sector energético. La opción del hidrógeno Mientras tanto, los autobuses de hidrógeno seguirán siendo una pequeña parte de la flota europea de autobuses. “Partiendo de una base de sólo 19 vehículos en 2022, el estudio prevé un modesto aumento en casi todos los países encuestados hasta algo menos de 350 vehículos. Aun así, los autobuses de hidrógeno representarán menos del 2% de la flota total de autobuses de Europa en 2030”. En este sentido, aunque combustibles innovadores como el hidrógeno y el biocombustible contribuirán a reducir las emisiones, “los datos de las organizaciones encuestadas sugieren que no alcanzarán una cuota del mercado de autobuses mayor que la actual”.