Un sistema único ha sido diseñado en un gran avance para la industria de la construcción, prometiendo transformar la producción de asfalto y hacerla mucho más sostenible. Benninghoven lidera este desarrollo, introduciendo la primera generación de quemadores capaces de operar completamente con hidrógeno verde. Este hito marca un punto de inflexión hacia prácticas más sostenibles en la construcción de carreteras.
Este sistema permite realizar cambios inmediatos en los combustibles
Producción de asfalto sostenible
Se abren nuevas posibilidades para reducir sustancialmente las emisiones en el camino hacia una construcción de carreteras más sostenible, con la implementación del asfalto a baja temperatura, el contenido reciclado de hasta un 100 % de asfalto recuperado y ahora el hidrógeno como fuente de energía más ecológica. La producción de asfalto representa uno de los mayores desafíos.
No solo demuestra la viabilidad de este enfoque, sino que también establece un nuevo estándar en la producción de asfalto con cero emisiones prácticamente, el uso del primer quemador del mundo que funciona con un 100 % de hidrógeno verde. La eficiencia de la producción de asfalto ha sido mejorada por Benninghoven con su nueva generación de quemadores, los cuales incluyen el sistema de control y el sistema de secado. Estos quemadores industriales calientan y deshidratan el material de partida, ya sea mineral y/o asfalto recuperado, antes de mezclarlo con bitumen. Además, permiten el uso simultáneo de hasta cuatro combustibles diferentes, lo cual garantiza la optimización de los recursos disponibles y mejora la eficiencia económica para los propietarios de las plantas.
Garantizando un proceso de producción de asfalto eficiente, el sistema de control inteligente que acompaña al quemador de hidrógeno de Benninghoven coordina tanto el hardware como el software para controlar los sistemas de alimentación, la sección de regulación de presión y la sección de secado. Además, este sistema permite realizar cambios inmediatos en los combustibles o combinaciones de combustibles sin necesidad de detener la operación, lo cual minimiza las fluctuaciones de temperatura y reduce significativamente las emisiones, especialmente las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOX).
La tecnología ha logrado reducir el consumo eléctrico en un 20% manteniendo la misma capacidad de alimentación, y ha mejorado significativamente la eficiencia de la transferencia de calor. Además, se ha observado una reducción de 5 dB en las emisiones de ruido, lo cual es un beneficio notable, especialmente en zonas urbanas. Esta tecnología también destaca por su versatilidad en el uso de combustibles.