La decisión del Ayuntamiento garantiza la continuidad de proyectos clave como el soterramiento de la A-5 o Madrid Nuevo Norte
El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado la prórroga durante todo el año 2026 de la moratoria para la entrada en vigor de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en todo el término municipal. La medida, publicada hoy en el Boletín Oficial del Ayuntamiento, tiene como objetivo evitar que se paralicen obras estratégicas en la ciudad, tanto públicas como privadas, que se verían afectadas por las restricciones de acceso a vehículos.
Entre los proyectos que podrían haberse visto comprometidos están el soterramiento de la A-5, la cubrición de la M-30 a la altura del Puente de Ventas, la remodelación del entorno del estadio Santiago Bernabéu, así como desarrollos urbanísticos clave como Madrid Nuevo Norte, la Operación Campamento y los nuevos barrios del Sureste.
El transporte, clave en la ejecución de obras
La prórroga llega tras las advertencias de Fenadismer Madrid y otras organizaciones del transporte, que alertaron del impacto negativo que tendría la activación de la ZBE para los vehículos industriales vinculados a la construcción. Estos vehículos —muchos aún sin alternativas viables de renovación inmediata— no podrían acceder a buena parte de las zonas donde se ejecutan las obras, afectando gravemente a su avance.
Sin imposición normativa ni urgencia ambiental
Desde Fenadismer recuerdan que esta extensión de la ZBE a todo Madrid no está recogida como exigencia en la normativa nacional ni europea. Además, subrayan que la calidad del aire en la ciudad ha mejorado de forma sostenida desde 2020, sin episodios graves de contaminación, lo que indica que no hay una urgencia inmediata para aplicar medidas tan restrictivas.
También citan como referencia la guía del Ministerio para la Transición Ecológica, que recomienda tratar con especial atención a sectores como el transporte profesional y la logística, evitando frenar su actividad sin ofrecer alternativas razonables.
Llamamiento al consenso
Fenadismer ha instado al Ayuntamiento a establecer un calendario acordado que permita al sector adaptar su flota de forma gradual a las nuevas exigencias ambientales, sin poner en riesgo su actividad ni la de sectores clave para la ciudad. «Es necesario un equilibrio entre sostenibilidad y realidad económica», señalan.




