Además de los vehículos, también se analiza la infraestructura de recarga pública a nivel local en 2021, centrándose en 48 regiones metropolitanas con los mayores volúmenes y cuotas de matriculaciones de VE en Europa.
Así, los datos indican que las ventas de vehículos eléctricos en Europa aumentaron un 66% en 2021 con respecto a 2020, alcanzando los 2,3 millones. Un total de 40 de las 48 regiones metropolitanas analizadas alcanzaron cuotas de VE superiores a la media europea del 19%, hablando siempre de todo tipo de unidades con esta propulsión, incluyendo los turismos. Siete regiones metropolitanas con más del doble de la cuota media europea de VE se encuentran en Noruega, Suecia y Dinamarca, mientras que las regiones del sur y centro de Europa registraron porcentajes de VE inferiores a la media europea.
Si hablamos de cuotas, se duplicaron en ciudades italianas, polacas y españolas de 2020 a 2021, pero manteniéndose muy por debajo de la media de la UE. Ámsterdam (31%), Londres (22%), Oslo (89%) y París (20%) alcanzaron niveles de penetración del VE superiores a la media nacional en 2021.
La infraestructura
Los cargadores públicos en Europa ascendieron a casi 400.000 en 2021, lo que supone un crecimiento del 53% con respecto a 2020. Sin embargo, sigue habiendo disparidades significativas entre las 48 regiones metropolitanas estudiadas. Noruega y los Países Bajos tienen mayores densidades de cargadores públicos correlacionadas con sus cuotas de VE. Ámsterdam y Utrecht también tienen una gran proporción de cargadores públicos normales de CA (98%), con la proporción más baja de VE por cargador público.
Por todo ello, los gobiernos nacionales y locales de Europa han adoptado políticas destinadas a estimular el despliegue de los vehículos eléctricos y la infraestructura de recarga. Un número cada vez mayor de gobiernos ha establecido objetivos de venta de vehículos 100% cero emisiones. Las subvenciones a la compra a nivel nacional y local reducen el coste de la compra de VE entre los primeros usuarios. El despliegue de infraestructuras públicas de recarga puede aumentar la comodidad y remediar la ansiedad por la autonomía, especialmente antes de que madure el mercado del VE. A partir de junio de 2022, una decena de ciudades europeas tenían previsto implantar zonas de emisiones cero para 2030, restringiendo el acceso de vehículos contaminantes a zonas designadas en regiones metropolitanas. París tiene previsto ampliar su zona de bajas emisiones a una zona de cero emisiones para 2030, que afectará a todos los tipos de vehículos. Aunque la mayoría de las ciudades se encuentran en las fases iniciales de planificación, el crecimiento de la cuota de vehículos eléctricos en estas ciudades indica que estas políticas podrían acelerar la electrificación del transporte, concluye el resumen de este informe.

