Estas y otras muchas cuestiones son desgranadas por Felipe Rodríguez en un artículo elaborado para el ICCT, en el que además, compara los límites planteados en Europa con los que ya están vigentes en Estados Unidos.
A finales de 2021, la Junta de Recursos del Aire de California (CARB) trazó un camino aún más audaz al adoptar una normativa para reducir las emisiones de NOx de los camiones en un 90%. A continuación, en el verano de 2023, CARB unió fuerzas con los fabricantes de camiones de EE.UU. para lanzar la Clean Truck Partnership. Esta alianza puso la normativa de la CARB en consonancia con las normas federales y consiguió el respaldo de los principales fabricantes de camiones: Daimler, Volvo, Traton y Paccar. De acuerdo con la industria, la normativa estadounidense establece un límite de NOx en carretera de aproximadamente 100 mg/kWh, que no alcanza el objetivo del 90% mencionado anteriormente, pero representa un tercio de lo que el Consejo ha propuesto para Euro 7. Hay que tener en cuenta que en Estados Unidos y Europa operan los mismos fabricantes de vehículos.
Mientras continúan las deliberaciones sobre Euro 7 en el Parlamento, otro aspecto clave a tener en cuenta es la postura del Consejo de renunciar a unos requisitos mínimos de potencia del motor para el análisis de los datos de las pruebas en carretera. Se trata de una medida encomiable, porque refleja las operaciones del mundo real, y el Parlamento puede ir más allá eliminando también el requisito de carga útil mínima de Euro VI. Esto abordaría la realidad de que muchos camiones operan a menudo sin carga y mejoraría el rendimiento de las emisiones de los camiones en las ciudades.
Hacer lo posible
Es esencial anclar las decisiones en lo que es tecnológicamente alcanzable. Los objetivos numéricos propuestos inicialmente por la Comisión en el marco del «presupuesto de emisiones» podrían recuperarse y combinarse con las disposiciones de ensayo Euro VI adoptadas por el Consejo, que están ganando apoyo en el Parlamento. En el caso de los NOx, esto significaría un límite en carretera de 150 mg/kWh, mucho más cercano a las normas estadounidenses que los 300 mg/kWh del compromiso del Consejo.
Euro 7 es una oportunidad para apoyar la incorporación de tecnologías de aire limpio a millones de motores de camiones que saldrán a la carretera durante la transición a las tecnologías de emisiones cero. No se trata de un esfuerzo medioambiental abstracto, sino de un compromiso tangible con la salud pública. Y los costes tecnológicos para hacer realidad tales normas no son elevados.
En Estados Unidos, los fabricantes de camiones mostraron recientemente su apoyo a unas normas estrictas, y ahora el Parlamento Europeo se enfrenta a una disyuntiva. Puede aceptar las recomendaciones del Consejo o defender una norma Euro 7 más significativa.

