A juicio de dichas urbes, entre las que se encuentran las españolas Barcelona, Málaga, Palma, Sevilla y Valencia, un objetivo de ventas de autobuses urbanos de cero emisiones es necesario para satisfacer la demanda de estos vehículos en las ciudades y pueblos de Europa, para limpiar el aire urbano y para poner los autobuses en una trayectoria compatible con los objetivos climáticos de la UE.
Por ello solicitan que proponga un objetivo para que todas las nuevos autobuses urbanos sean de cero emisiones a partir de 2027.
Tal consideración se basa en que la flota europea de autobuses urbanos emite alrededor de 15 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, lo cual afecta a la calidad del aire. Hay una forma muy eficaz de hacer más limpios los autobuses urbanos: renovar las flotas existentes con autobuses de emisiones cero, que utilicen tecnología de baterías eléctricas o de hidrógeno.
Compromisos firmes
Así, según los firmantes, una veintena de grandes ciudades europeas, como Barcelona, Berlín, Madrid, Roma y Varsovia se han comprometido a comprar únicamente autobuses de cero emisiones a partir de 2025, y se sumarán a otras que ya compran únicamente autobuses de cero emisiones, un grupo que incluye a todas las ciudades holandesas, los seis mayores municipios de Dinamarca, Hamburgo y Londres, entre otros. Las principales ciudades están evitando los combustibles fósiles y quieren más autobuses de emisiones cero lo antes posible.
Como resultado, las ventas de autobuses de cero emisiones están creciendo y ya representan el 23% de las nuevas matriculaciones de autobuses urbanos en 2021, frente al 16% en 2020 y el 12% en 2019. Esta fuerte tasa de crecimiento es una buena noticia, y muestra que es posible una rápida transición a las emisiones cero. Sin embargo, sin una acción a nivel de la UE, la demanda de autobuses urbanos de cero emisiones no se corresponderá con la oferta. Esto pondría en peligro los compromisos de las principales ciudades y expondría a los ciudadanos de la UE a la contaminación atmosférica durante más tiempo.
La falta de disponibilidad o los precios demasiado elevados debido a la insuficiente oferta de autobuses de cero emisiones, podría suponer que las ciudades se vieran obligadas a seguir comprando autobuses con motor de combustión. Por ello, las ciudades, las organizaciones de la sociedad civil y otras partes interesadas pedimos a la Comisión Europea que incluya un objetivo de ventas para que todos los nuevos autobuses urbanos sean de cero emisiones para 2027 en su próxima propuesta.
Las ciudades firmantes son Barcelona, Cluj-Napoca, Copenhague, Hamburgo, Málaga, Milán, Palma, París, Rotterdam, Sevilla y Valencia.

