Y las europeas dominan el escalón superior del Índice de Preparación para la Movilidad urbana. Sus redes de movilidad son muy sostenibles gracias al elevado uso del transporte público y la penetración del vehículo eléctrico, especialmente en las ciudades escandinavas. Estocolmo, Helsinki y sobre todo Oslo (que ocupa el primer puesto en Movilidad Sostenible) han realizado importantes inversiones en infraestructura de recarga y han puesto en marcha ambiciosos incentivos para que los consumidores utilicen vehículos eléctricos.
Tanto es así que los incentivos en Oslo han tenido tanto éxito que las autoridades públicas están considerando suprimirlos.
Las ciudades europeas, por otra parte, también obtienen buenos resultados respecto a la adopción de la movilidad activa, como los desplazamientos a pie y en bicicleta. Ámsterdam tiene una cultura y una infraestructura ciclistas que se traduce en que más de una cuarta parte de los desplazamientos se realiza en bicicleta, con diferencia el ratio más alto de Índice de Movilidad Urbana.
Superando la media
Todas las ciudades europeas del Índice obtienen una puntuación por encima de la media mundial. Las autoridades locales europeas estar afrontando la transición hacia un enfoque de movilidad no centrado en el automóvil, lo que brinda una oportunidad a las autoridades de aumentar su tasa de utilización.
Las principales ciudades europeas cuentan con sistemas multimodales asequibles, con fácil acceso a pie a las estaciones y múltiples conexiones con el resto del país.
La disponibilidad de aplicaciones específicas que pueden ayudar a planificar el viaje también contribuye al éxito de estas ciudades por lo que respecta al transporte público.
Asia-Pacífico
En comparación con Europa, la región Asia-Pacífico engloba al mismo tiempo ciudades líderes, en desarrollo y rezagadas en cuanto a preparación para la movilidad urbana. Las ciudades líderes en movilidad ofrecen sistemas de transporte masivo asequibles, eficientes y de alta densidad, junto con carreteras de alta calidad con conexiones nacionales por carretera y ferrocarril.
Hong Kong, por ejemplo, cuenta con uno de los sistemas de transporte público más eficientes del mundo, y encabeza la clasificación del subíndice de transporte público. La utilización es uno de los puntos fuertes de estas ciudades, mientras que los vehículos privados desempeñan un papel secundario en transporte urbano.
Sin embargo, la contaminación atmosférica y acústica es elevada en las ciudades asiáticas y debería ser un punto clave de la movilidad sostenible.
En las ciudades desarrolladas, como Pekín, se están realizando inversiones para apoyar la electrificación y mejorar la cuota de mercado de los vehículos eléctricos. Sin embargo, estas ciudades están a punto de perder la carrera frente a Europa, ya que las normativas proponen límites hacia la neutralidad de carbono en 2050.
Además, algunas de las ciudades de esta región han visto cómo sus ratios descendían a consecuencia del Covid, y de las restricciones que provocó en materia de movilidad.

