Indican los autores que los cambios en los estilos de vida disminuyeron la actividad total del transporte urbano, pero también que el retorno gradual a los niveles anteriores a la pandemia sugiere que los niveles de tráfico y congestión podrían superar pronto sus niveles de 2019.
Las tendencias que influyen en la elección modal y las distancias de viaje identificadas en el informe se afrontan desde el lado negativo también, con sus posibles repercusiones en términos de costes de transporte, congestión y emisiones.
Para todo ello, se tuvieron en cuenta los cambios en los patrones de movilidad de la Encuesta de Viajes 2021 del JRC; los niveles de congestión del tráfico con los datos diarios de TomTom de 178 ciudades de la UE; y la actividad del transporte público con estadísticas actualizadas de fuentes nacionales y locales.
El papel de la movilidad activa se analizó mediante un modelo que estimaba la aceptación potencial y los beneficios en términos de costes externos, y la información proporcionada por las 362 ciudades candidatas a la Misión de la UE sobre Ciudades Climáticamente Neutras e Inteligentes permitió una amplia revisión de las medidas de política de transporte que se han adoptado a nivel de ciudad. Por último, los casos de estudio de 40 ciudades europeas utilizando múltiples fuentes de datos proporcionaron una confirmación empírica de las principales conclusiones.
Conclusiones
Una parte significativa de los encuestados seguía trabajando desde casa a finales de 2022 o evitaba situaciones que aumentaban los riesgos para la salud incluso después de que se levantaran la mayoría de las restricciones, y esto afectó a las elecciones de movilidad en términos de frecuencia de viaje, destino y modo utilizado.
Los coches aumentaron su cuota como medio de transporte preferido, mientras que la movilidad activa mantuvo el impulso que ganó durante la pandemia.
El transporte público y las opciones de movilidad emergentes (transporte público, coche compartido, etc.) perdieron un número significativo de usuarios y vieron disminuir sus cuotas modales.
La congestión del tráfico seguía siendo más leve a finales de 2022 en comparación con los niveles previos a la pandemia de 2019, lo que era principalmente el efecto de la disminución del número total de viajes debido a una alta proporción de usuarios que todavía trabajan desde casa, pero la proporción, sin embargo, se está acercando gradualmente a los niveles de 2019.
La tendencia actual de aumento del uso del coche implica que -para la mayoría de las 178 ciudades monitorizadas- es probable que los niveles de congestión en 2023 o 2024 sean comparables a los de 2019 si no se toman medidas.

